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No he hecho nunca «novillos», salvo una sola vez en Cartagena. Mi padre, queno me pegó nunca, me castigó a pasarme el resto de aquel día en la cama, castigo bastante duro para un chiquillo.
Los estudios primarios los inicié en Villena a los cinco años, en el colegio deD. José Gómez Ros, instalado al principio en el Paseo de Chapí en la casa que luego ocupó el Hotel Alcoyano. Se trasladó después al Cantón, a la casa que hoy ocupa el bar llamado «El Túnel».Después pasó a otra casa en la calle de Joaquín M.ª López. Y de allí pasó por último a la Plaza de las Malvas, a la esquina que hoy ocupa la oficina de Correos.
De D. José Gómez aprendí muchas cosas. Yrecuerdo que tenía verdadera predilección por los números concretos. Casi siempre me sacaba a la pizarra, para resolver problemas de aquel tipo. En uno de los cursos hubo una visita de inspeccióny el inspector, entre otros, me preguntó a mí los nombres de las islas españolas del Golfo de Guinea y le respondí correctamente. Por esa respuesta me regalaron un libro que conservo con muchocariño: una «Historia de Grecia», de esas que editaba la casa Dalmau. Más adelante pasé a la escuela de D. José Chanzá, que estuvo situada en Entre Fuentes: entre la fuente de los Chorros y la delos Burros. Fuente de la que extraíamos el agua para regar la escuela. La regábamos con una regadera especial, metálica y con un asa porque el piso era de yeso, estaba todavía sin pavimentar....
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