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Hasta los momentos más insignificantes de la vida, como sentarse en un banco a contemplar la multitud que pasa pueden ser especiales, sólo depende de con quién los compartas. En este caso, enla fotografía podemos apreciar como un abuelo y un niño, el primero comiendo un bocadillo y el segundo leyendo el periódico, pasan un rato juntos sentados en un banco.
El pequeño niño, que notendrá más de 6 años, posee un pelo medianamente largo con flequillo, su piel es blanca casi tanto como el muro del ventanal que se encuentra a su espalda, además va vestido con su abrigo depluma y su bufanda azul que le ayudan a soportar mejor el frío de la época. A pesar de su impasible cara que no muestra expresión alguna, parece estar totalmente absorto de la realidad, prestandotoda su atención a aquello que observa.
Mientras tanto sostiene con su mano derecha un bocadillo que no parece tener la más mínima prisa en comer.
A su lado se encuentra su abuelo, un señorbastante mayor que demostrando complicidad con su nieto parece obervar la misma imagen. Este abuelo lleva una tradicional gorra antigua que parece tapar su ya canoso pelo, además de una camisay un jersey acompañados siempre del abrigo por el helado invierno. Como es normal el abuelo lleva puestas las gafas para así poder leer el periódico que sostiene con ambas manos y amenizar elrato junto a su nieto.
Además en un segundo plano se puede observar que en las grandes ventanas de arriba hay varias personas que parecen estar pasando un buen rato por la sonrisa de uno deellos.
La fotografía es tomada en colores muy apagados que le aportan una sensación algo nostálgica o de antigüedad.
Por otro lado la sensación que el niño al estar totalmente sereno es deconfianza, porque me parece que está junto a una persona que le transmite seguridad, bienestar y cariño, su abuelo y por tanto se siente convencido de que junto a él no le puede pasar nada malo.