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Ella se despertaba cuando el calor agobiante de verano la sacaba de la cama. Se lava la cara, los dientes. Se pone un vestido, se viste.Agarra su cámara y sale a cazar fotos. A cazar instantes… esos en los que un coliflor se posa sobre una violeta, o en los que una niñita enla estación hace una cara graciosa. A veces es el tren, a veces es un árbol que se mueve. Otras veces son las nubes que bailan, la lluviaque cae como una cortina de agua. Unos chicos que se ríen, un viejo que lee el diario tomando un café. O simplemente una canilla, unpedacito de pasto, una manguera surtidora en una estación de servicio. Una rueda de una bicicleta, un cartel de colectivo, un lunar. Puedeencontrarse con éstas y muchas otras maravillas.
Busca las llaves unos minutos. Y ya está lista para irse.

Con su dedo sobre el gatillo, apunto de cazar un instante, suena su celular.
-número privado is calling-
- Hola…
- Hola! Cómo estás?
- Bien. Quién habla?
- Soy yo. -Eneste mismo instante, al oír estas dos pequeñas pero inmensas palabras sabe de qué se trata… Sabe quién llama, y hasta puede deducir porqué. Y la fuerza de su corazón volvió a hacer andar aquellos engranajes oxidados -
Por supuesto, lo único que podía hacer en una situacióncomo esta era cortar. Y esperar a que los cielos hagan que vuelva a llamarla la misma voz.

- Número privado – Repite en voz baja -