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Páginas: 209 (52109 palabras)
Publicado: 2 de noviembre de 2014
CAPÍTULO I
LA RELIGIÓN: LA REGLA DE OCHA
La religión constituía el centro dominante
de la protesta cultural del africano, reducido a la esclavitud, bautizado y occidentalizado a la fuerza...
ROGER BASTIDE
Olorún oba tobi tobi. (Dios es el más grande de los reyes.)
FRASE RITUAL LUCUMÍ
JorgeCastellanos & Isabel Castellanos, Cultura Afrocubana, tomo 3, Universal, Miami 1992
Jorge Castellanos & Isabel Castellanos, Cultura Afrocubana, tomo 3, Universal, Miami 1992
Una de las contribuciones más importantes de las culturas africanas a la
cultura cubana es su aporte a la conformación de la religiosidad popular. Las
religiones afrocubanas, ampliamente practicadas por negros y porblancos
dentro y fuera de la Isla, se conocen en el país con el nombre de reglas. Y en Cuba,
las reglas más importantes se hallan en relación directa con los grandes sistemas
culturales afrocubanos: el lucumí, de origen yoruba y el congo de origen bantú.
(Aun hoy, la cultura yoruba se extiende por todo el suroeste de Nigeria y las de
origen bantú ocupan fundamentalmente la cuenca meridionaldel río Congo
hasta el desierto de Kalahari.) En este capítulo nos ocuparemos de la Regla de
Ocha, la religión lucumí, también llamada en Cuba ían/er/'a, dé procedencia yoruba. En el segundo examinaremos las reglas congas (es decir, la Regla de Palo
Monte o Mayombe, la Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje, etc.) El
tercero estará dedicado a la Sociedad Secreta Abakuá, agrupaciónreligiosa
carabalí que proviene de los Efik y los Ekoi del Calabar y cuyos miembros son
conocidos en Cuba como ñañigos.
Antes de proseguir, empero, es indispensable establecer ciertas precisiones:
estas reglas afrocubanas advienen como resultado de un prolongado proceso
aculturativo entre las religiones traídas a Cuba por los esclavos y el catolicismo
de sus aftios. Constituyen obviamente unamuestra de la resistencia cultural del
recién llegado a la abrumadora presión etnocéntrica y al empeño de absorción
radical del grupo dominante. Ya vimos en el primer volumen de esta obra cómo,
en su forma más extrema, esta resistencia conducía al alzamiento, a la fuga, a la
cimarronería, al establecimiento áepalenques. Pero ni aun en estas comunidades
rebeldes aisladas la religión, por más cercaque estuviese de las africanas originarias, podia salvarse totalmente del influjo de la catcquesis cristiana. Porque
junto al empeño de guardar limpias las raíces culturales funcionaba también la
urgencia de la adaptación. Las reglas afrocubanas proceden del sincretismo: de
un peculiar equilibrio entre la resistencia y la acomodación a la cultura subyuga-
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Jorge Castellanos & IsabelCastellanos, Cultura Afrocubana, tomo 3, Universal, Miami 1992
dora. A veces esta transacción religiosa tiene la aparienciade un simple disimulo,
de una suerte de careta. El dios negro se esconde detrás de las imágenes católicas.
Las piedras de los orichas se encubren con el signo de la cruz. Y todos contentos.
Pero el proceso de sincretismo es en realidad mucho más hondo: aunque siemprefrenado por la repulsa de la asimilación, culmina en una verdadera síntesis, en
una integración de las dos esferas religiosas comunicantes, en la creación de un
nuevo culto.
Estas interpenetraciones no presentan un carácter uniforme. En las sitúa
clones rituales, por ejemplo, la mezcla se produce a menudo por simple yuxtaposición temporal. Tomemos el caso de la celebración de la gran fiesta deBabalú Ayé. En Santiago de Cuba tenía lugar ell 7 de diciembre, la fecha de San
Lázaro en el santoral católico; Días antes comenzaban a prepararse los altares.
El más elaborado casi siempre ocupaba un salón abierto permanentemente al
público en un edificio situado al costado del Parque Céspedes (antes Plaza de
Armas), en&e el Ayuntamiento y la Catedral, es decir, en el centro mismo de la...
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