Duelo Por Muerte De Un Hijo Y Depresión: Una Perspectiva Biopsicosocial

Duelo por muerte de un hijo y depresión: una perspectiva biopsicosocial.
Marco A. Valencia Ch.1, Licenciado en Psicología. Universidad de Las Américas, Concepción, Chile. Resumen El presente artículo trata el tema del duelo por muerte de un hijo y su relación con el constructo depresión derivado del modelo médico. Se destaca el impacto biopsicosocial que provoca la muerte de un hijo en lospadres y se presta especial atención a las consecuencias sanitarias y psicoterapéuticas derivadas de promisorios hallazgos neurobiológicos. El duelo así entendido, constituye siempre una respuesta del y los dolientes con variaciones que transitan entre lo normal y lo patológico, dependiendo de factores biopsicosociales y plantea atingentes desafíos tanto a quienes sufren así como a quienes se interesanen ayudar. El duelo por la muerte de un hijo es un hecho que desestabiliza y provoca variadas reacciones en quienes sufren; pero se trata también de un acontecimiento que nos desafía para encontrar nuevos aprendizajes y significados; demanda la aceptación de la pérdida y la adaptación a nuevas formas de interacción con quienes han muerto. Palabras clave: duelo, depresión, perspectivabiopsicosocial.

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Correspondencia: mantonval@gmail.com
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Introducción: No exageramos al señalar que la muerte de un hijo constituye un hecho inesperado, francamente ominoso y que bajo ciertas condiciones, es percibido como evento potencialmente deletéreo. Se trata de un acontecimiento traumático, abrumador,

Según las características idiosincráticas de los afectados, sean los padres o cuidadores,el duelo puede derivar en un cuadro depresivo complejo de tratar. En

consonancia con los valores que derivan de la cultura occidental, constituye un hecho normativo reaccionar ante la muerte de una persona tan significativa como un hijo. Si bien las respuestas pueden ser variadas, lo acostumbrado es que nunca se espera que un hijo muera; la muerte de un hijo entra en el ámbito de los eventos ocrisis no normativas. Entendida la muerte de un hijo como una situación de tipo anormal, lo normal es que se reaccione de manera anormal. Como expresa Víctor Frankl en su libro “El Hombre en busca de sentido”, ante una situación anormal, la reacción anormal constituye una conducta normal. La ley natural señala como normal que un hijo entierre a sus padres y no que los padres sepulten a su hijo.Para quienes han estudiado y tratado con el duelo, la muerte de un hijo es uno de los dolores más devastadores de la existencia, Diana Liberman (2007); se trata de una pérdida que altera el equilibrio familiar donde la muerte de un hijo es vivida como un atentado a la ley natural.

ansiógeno, estresante, drástico. Es tal su impacto en los dolientes que investigadores de orientación psicodinámica,tales como Roitman, Armus, y Swarc (2002), se preguntan acertadamente: ¿Es elaborable la pérdida de un hijo?; ¿Tendrán estos duelos características peculiares más allá de la singularidad de la persona que lo sufre?, concluyendo que se trata de una muerte insoslayable cuya elaboración tiende a ser más prolongada. Resulta complejo sintetizar una definición inclusiva de la muerte en humanos. SegúnKimball (1982), la biología fija la muerte en el momento en que el corazón deja de latir. lo anterior, por el rol fundamental y vital que desempeña el corazón en la provisión de alimento y oxígeno a las células. La muerte se define también, como el cese de las funciones corporales que deriva en la detención significativa de la actividad eléctrica del cerebro.

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Según la tradición judía(Biblia de Jerusalén, 1998), aproximadamente el año 740 a. C., el profeta Isaías profetizó que en el reino escatológico - esperanza del pueblo hebreo no habrá más niño que muera de pocos días, porque el niño morirá de cien años. Expresión que bien podría tildarse de empíricamente insustentable, pero que sin embargo establece diferencias entre una situación real – muerte de un niño - con una situación...