Duelo y melancolía





Índice.
Introducción…………………………………………….………………..3
Desarrollo………………………………………….……………………..4
Conclusión…………………………………………………………...….13
Datos bibliográficos……………………………………………………..14
Motivo de la elección……………………………………………...…….15















Este escrito tiene el objetivo de presentar el desarrollo precedente que ha hecho Freud antes de arribar a los conceptos de duelo y melancolía incluidos enDuelo y Melancolía en mayo de 1915, aunque publicado en 1917. Se considera pertinente y fundamental el contexto mismo de dichos escritos, ya que en marzo y abril de 1915, Freud publica De guerra y muerte. Temas de actualidad, específicamente el apartado “Nuestra actitud hacia la muerte”, artículo que podría considerarse germen del posterior escrito. Así también, es necesario tener en cuenta que laintroducción de algunos conceptos freudianos, como narcisismo e ideal del yo1, permitieron reabrir el tema. Una vez planteado el trabajo anterior se pretende observar las huellas que han dejado sus pensamientos sobre la muerte en posteriores escritos como La Transitoriedad en noviembre de 1915.












Los dos fragmentos que constituyen De guerra y muerte. Temas de actualidad fueron escritosseis meses después de la Primera Guerra Mundial y expresan ideas de Freud acerca de todo lo que ella implicó. En “Nuestra actitud hacia la muerte” Freud plantea que la guerra ha ocasionado un cambio de actitud respecto a la muerte. Antes de la guerra, a pesar de creer que se concebía a la muerte como el desenlace natural de toda vida, el comportamiento era contrario. Existía una tendencia a eliminara la muerte de la vida, se la ha matado con el silencio y no se creía en ella. Se podría decir que la muerte, sobre todo propia, era impensable: “En el fondo, nadie cree en su propia muerte, o, lo que viene a ser lo mismo, en el inconsciente cada uno de nosotros está convencido de su inmortalidad”2. Con respecto a sus pares, un hombre no podría imaginar la muerte del otro sin sentir culpa omaldad, siempre y cuando, la muerte no toque a una de las personas próximas. Cuando esto ocurre, dice Freud, “[s]epultamos con él nuestras esperanzas, nuestras demandas, nuestros goces; no nos dejamos consolar y nos negamos a sustituir al que perdimos. Nos portamos entonces como una suerte de Asra, de esos que mueren cuando mueren aquellos a quienes aman”3. Es aquí donde podemos ubicar los primerosesbozos de los pensamientos de duelo y melancolía, la muerte ya no es lejana, no está en un horizonte, es real e inmediata:
Es evidente que la guerra ha de barrer con este tratamiento convencional de la muerte. Ésta ya no se deja desmentir; es preciso creer en ella. Los hombres mueren realmente; y ya no individuo por individuo, sino multitudes de ellos, a menudo decenas de miles un sólo día. (...) Lavida de nuevo se ha vuelto interesante, ha recuperado su contenido pleno4.
Ahora, Freud cambia la mirada y plantea que un cambio de actitud hacia la muerte implicará, en consecuencia, un cambio de actitud hacia la vida. Por una parte, hay algunos que llenan su vida de sentido y contenido arriesgando sus vidas en combate, mientras que otros permanecen en sus casas, sin poder arriesgarse, así lavida se vuelve más pobre y desinteresada por no sufrir consecuencias y sólo sufren el temor de perder a algún ser querido por herida, enfermedad o infección. Frente a esta segunda posición, Freud logra plantear dos relaciones que el hombre ha mantenido con la muerte a lo largo de la historia: La que se le atribuye al hombre primordial y la que conservamos oculta aún hoy cada uno de nosotros, y queescapa a nuestra conciencia.
Para entender nuestra actitud hacia la muerte, es necesario buscar rastros de la historia primitiva y comprenderla desde allí; el hombre primordial concebía la muerte de una manera muy extraña, no de una forma unitaria sino contradictoria:
Por una parte, la tomó en serio, la reconoció como supresión de la vida y se valió de ella en este sentido; por otra parte,...