Dufour

Le Monde Diplomatique Nº 572. Noviembre 2001

Malestar en la educación
La fábrica del niño “posmoderno”

Por Dany-Robert Dufour
Filósofo, profesor en París VII, autor de Folie et démocratie (Locura y democracia), Gallimard, París, 1998.

¿Acaso la reflexión constituye una traba al consumo que exige individuos sin puntos de referencia? La televisión ya generaliza desde la infancia laconfusión entre lo real y lo imaginario, el yo y el otro, la presencia y la ausencia. ¿Le corresponderá, de ahora en más, a la escuela acabar el trabajo imponiendo en todas partes la forma del “talk-show” televisado, de la “inter-reacción” preferidas a la reflexión y la instrucción? En todo caso, ciertos educadores parecen estimar que las preferencias de los alumnos-consumidores son todas válidas contal de que celebren, cada uno a su modo, el culto a la mercancía.

El neoliberalismo no sólo apunta a la destrucción de las instituciones colectivas construidas desde hace mucho (familia, sindicatos, partidos y, en general, la cultura), sino también a la de la forma individuo-sujeto aparecida en el transcurso del largo período moderno . La fábrica del nuevo sujeto postmoderno, no crítico y“psicotizante”, es el resultado de una empresa temiblemente eficaz en cuyo centro se encuentran dos instituciones mayores dedicadas a la producción de este nuevo sujeto: la televisión y una nueva escuela considerablemente transformada por treinta años de reformas llamadas “democráticas”, que siempre han ido en el sentido del debilitamiento de la función crítica.
El aplastamiento de los niños por obrade la televisión comienza muy temprano. Los que hoy llegan a la escuela están indigestados por la pantalla chica desde su más temprana edad. Hecho antropológico nuevo, se encuentran ante la pantalla antes de hablar. El consumo de imágenes alcanza hasta cinco horas por día en Estados Unidos.
La inundación del espacio familiar por esta canilla constantemente abierta, desde donde corre un flujoininterrumpido de imágenes, no ocurre sin tener un efecto considerable sobre la formación de un futuro sujeto. Se ha atacado el contenido mismo de las imágenes, denunciando por ejemplo su violencia, sin darse cuenta de que es el medio mismo que puede ser peligroso, sea lo que fuere lo que se difunda. Por otra parte, los cuentos para niños relatados por las abuelas de otros tiempos contenían un buennúmero de ogros devoradores de niños que no tenían nada que envidiarle a las imágenes violentas difundidas actualmente.

Los “hijos de la tele”

Pero no hay que minimizar la diferencia entre el universo netamente imaginario del ogro en el cuento, que obliga a niño a pensar este universo como otro mundo (el de la ficción) y el universo muy realista de los folletines con violencia, violaciones,asesinatos, sin distancia con el mundo real. Por cierto, la televisión, por el lugar preponderante de una publicidad omnipresente y agresiva, constituye un verdadero adiestramiento precoz para el consumo. Sin embargo, la cuestión no radica sólo en el contenido de las imágenes, también está en la forma misma.
En primer lugar, con la televisión, la familia como lugar de transmisión generacional ycultural se encuentra reducida al mínimo. La expresión “los hijos de la tele”, da cuenta del hecho de que la televisión ha efectivamente robado el lugar educador de los padres. Ese tiempo restado a la transmisión generacional produce efectos muy precisos que pueden llegar hasta la disolución del universo simbólico y psíquico.
El universo simbólico refiere a la capacidad esencial que distingue alhombre de los animales: la de poder hablar designándose a sí mismo como sujeto hablante y dirigirse a sus congéneres a partir de este punto enviándoles signos que representan algo. Para acceder a la función simbólica basta con apropiarse e integrar un sistema en el que “yo” (presente), habla al “tu” (co-presente), a propósito de “él” (el ausente, o sea, cualquiera o cualquier cosa que se trata...