Durmio

Durmio.
La hidrocortisona le causo un tanto de sueño, no lo hubiera hecho hace 40 años, se quedo dormida en el sillón, en la casa de su hija ya casada.
-¡Ay mama!, súbete al cuarto, me estorbaspara trapear. Y ya no quiero que salgas, por que me asustas a la niña.
Subió apaciguadamente las escaleras, con la ayuda de su amigo el barandal.
-¡De una vez haz del baño, no quiero que molestes mastarde!
Entro al baño sin decir nada, a hacer sus necesidades, a esa hora ni tan necesarias. Dirigiéndose a la cama, se encontró con el espejo, se miro, y comprendió por que asustaba a la niña.
Supelo era agrisado por completo, tenia arrugas en las arrugas, mas sus ojos estaban llenos de vida, mostraban una luz que no se extinguía, como de niña. Su cuerpo y manos estaban gastados por el tantotrabajo y esfuerzo que llevo por años, para sacar adelante a sus hijos.

-¡Ve!, como me han compensado. Decía ella, con desilusión en su mirada.

Entre el aire oscuro y el cansancio, con pocasestrellas en la ventana, pensaba:
-Ay viejo, que acabada estoy, y con estas alergias me va peor, el doctorcillo ese me dio unas inyecciones, unas hidro…….no se qué cosa, que eran muy guenas, pero puesnomás me dan arto sueño, nunca había sido alérgica a algo, dicen que ya tengo las defensas muy bajas, que esperaba, es solo algo mas que baja. Y ya vez a tus hijos, esta ya ni me quiere atender y ni medeja acercarme a la Lupita, vieras que chula niña, tiene tus meritos ojos. Yo ya no tengo fuerzas para discutirle a nuestra hija, Dios me la ayude junto con los otros dos mendigos que ya ni me visitan.-Ay Salvador, como me haces falta, te extraño.
Suspiro y cedió a su cama. Comenzó a soñar.

Volaba, no tenia rumbo, se dejaba llevar por aquella fuerza que la jalaba, tocaba el cielo, lasestrellas le encandecían, como pequeños soles cada una, era cuestión de voluntad, para que se postrara un rato en la luna a descansar. Aquella fuerza que la había paseado, la atrajo al suelo, estaba en su...