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Cuando Gioconda y Agustín cruzaron sus miradas por primera vez, sabían que nada podría ser igual. Ella, admirada de tan mágico brillo en esos ojos acaramelados que jamás había visto y él, maravillado de ese rostro angelical que después de mucho buscar, al fin encontró.
Su amor se encendió repentinamente con una llama extinguible e inalcanzable, de la que ambos yaeran presos. Cada día que pasaban juntos, les confirmaba la increíble conexión que existía entre ellos y que el lazo que los unía, se hacía más fuerte con el paso del tiempo.
En ese entonces, Agustín era un joven músico, talentoso y soñador que iniciaba su profesión en el instituto de música “Johann Sebastian Bach” en la ciudad de Ontario. De familia católica, estricta y conservadora.
Por otrolado, Gioconda era una joven noble, romántica y misteriosa, un poco atormentada por su pasado e interesada en el proceso de auto-reconocimiento. Puesto que había pertenecido a una familia de hechiceros, los cuales no poseían antecedentes favorables para la sociedad. Ella conservaba poderes característicos de dicha familia pero trataba de omitirlos, ya que a diferencia de ellos, Gioconda sólo losutilizaba con fines filántropos.
Luego de unos años, el juramento del amor de éstos jóvenes, se hizo oficial y se representó en medio de una celebración muy discreta, sencilla pero de igual modo, emotiva y romántica.
En la habitación matrimonial, nacía una atmosfera de amor, pasión, deseo; simbolizado y sellado en el acto más puro y en el momento pertinente, desnudando juntos su cuerpo, mente ycorazón, dejando al descubierto todo lo que llevaban dentro.
Esta unión dio vida a una maravillosa criatura a quien llamaron Mariana. Las cosas parecían perfectas y posibles en esta dichosa familia, sin conocer lo que el destino tenía escrito, porque a pesar de la felicidad que compartía con su esposo e hija, ésta hechicera guardaba un profundo temor y un oscuro secreto, el cual cargaba a susespaldas y del que fue víctima tiempo después.
Cierto día, Agustín decidió irse al instituto más temprano pero no quiso molestar a su esposa ya que gozaba viéndola dormir. Horas más tarde, Gioconda despertó inocente. Pues no sentía la presencia de tan esperada y puntual visita, a la que no podía mostrar resistencia. Ya que, Gioconda cumplía con los requisitos, tenía veinticinco años. Así como los tuvoalguna vez su madre, su padre, sus tíos y primos. Por un momento creyó escuchar el llanto de su niña, así que bajo rápidamente a abrazarla, sin saber que era la trampa perfecta y malévola de ésta presencia silenciosa y cruel. Al bajar las escaleras no notó que la alfombra estaba un poco caída, lo que hizo que resbalara y golpeara su cabeza tan fuerte provocando el derrame devastador de eselíquido escarlata atemorizante, cubriendo una parte del suelo…
…El día vistió su traje más lúgubre e infinidad de lágrimas y dolor se manifestaban en el rostro de Agustín, quien con todas sus fuerzas abrazaba a la pequeña, cuya edad no le permitía comprender lo que sucedía. Sin embargo, era inevitable recibir la melancolía que su padre le transmitía.
Él, atrapado en un remolino de emociones; ira,impotencia, soledad, y tristeza; no encontraba razón alguna ante este acontecimiento. Pensaba en buscar a aquella inevitable e inconsciente que le había arrebatado a su amada para reencontrarse con ella. Más aún, en un momento de cordura, reflexionó en que lo correcto era seguir su vida y luchar por su hija; por ese maravilloso regalo que Gioconda al fallecer, le había dejado.
Agustín siguióasistiendo al instituto, continuando con una vida aparentemente normal. Muy en el fondo, sabía que no era así y solamente esperaba con ansias la noche, para llegar a su cuarto y plasmar por medio de cartas su realidad, fantaseando que serían recibidas por ella en la madrugada, mientras él dormía:
“Oh, destino cruel, el viento da bofetadas en mi rostro, la lluvia golpea mi juicio, el suelo lastima...
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