¿Dónde está el error?
Es entonces cuando sentimos que tomamos control del asunto y nos vemoscomo el Alfa y el Omega de aquella ocasión... No obstante, y sin temor a errar, si nos fijamos por momentos en ese sutil pero innato código no verbal que manejan nuestras muy queridas y sagaces,podríamos notar que con algunas de aquellas bien practicadas y casi memorizadas preguntas, no transmitimos más que la imagen del payasito de la noche... ¿Un bajón de categoría de proporciones galácticas?,yo no lo pienso así... Más bien creo que en el curso de este mundo trajinado y veloz, se ha perdido aquel pequeño concepto de lo que vale y lo que sobra... Si nos enfocamos bien, y hacemos inventariode lo que normalmente comprendemos como romper el hielo, vemos la cantidad de apegos y mundanos caracteres con los que nos medimos y marcamos en el contexto de lo que llamamos sociedad.
Trabajo, oestudio (si es a, interesante; si es b, divertido; califica para lo que busco?)... Pero si pudiésemos rebasar ese diccionario tan uniforme y tan formalista, podríamos llegar a hacer preguntas quefuesen muchísimo más allá de lo que materialmente define qué soy y qué tengo para ofrecer. Si te preguntara de repente ¿Cuántas veces dices te quiero en el mes? en vez de ¿Cuántas veces vas de rumba?...
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