Ebriedad poema de julio herrera y ressig
Ebriedad
Apurando la cena de aceitunas y nueces,
Luth y Cloe se cambian una tersa caricia;
beben luego en el hoyo de lamano, tres veces,
el agua azul que el cielo dio a la estación propicia.
Del corpiño indiscreto, con ingenua malicia,ella deja que alumbren púberas redondeces.
Y mientras Luth en éxtasis gusta sus embriagueces,
Cloe los bucles pálidos del amante acaricia.Anochece. Una bruma violeta hace vagos
el aprisco y la torre, la montaña y los lagos...
Sofocados de dicha, de fragancias y trinos,ella calla y apenas él suspírala: ¡Oh Cloe!
¡ Mas de pronto se abrazan al sentir que un oboe
interpreta fielmente sus silenciosdivinos!
En este soneto, quizás el mejor de su serie, la sensualidad desbordante se enriquece de delicadeza, lo que la hace aún más atractiva. Los gestos de los amantes son de una sencillez y undespojamiento extremo, nada perturba su sensualidad y su dicha. La cena es de aceitunas y nueces, beben en el hoyo de la mano, la naturaleza parece contribuir a esa sencillez: el agua es “el azul que elcielo dio…”, en una sinécdoque o metonimia que designa el color (azul) por la sustancia (el agua), y que al ser dado por el cielo, une los extremos, cielo y tierra, aire y agua, acentuando la armonía delconjunto. La naturaleza de tono eclógico, pastoril, aparece en relación armónica con el hombre, como sucede en general en “Los éxtasis de la montaña”; pero además es propicia, favorece y contribuyeal embriagamiento de estos dos seres, con sus fragancias, trinos, etc. Del mismo modo la ingenuidad de los amantes, preserva la sencillez de la escena que resplandecen aún más: “con ingenua malicia...
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