economia
El comienzo de los años noventa registró un cambio de tendencia en el desarrollo económico reciente de América Latina. La transformación radical en elentorno económico internacional, con la implementación de programas de alivio de la deuda y el reinicio de los movimientos de capital hacia la región, puso fin a las transferencias de recursos hacia elexterior que había caracterizado la mayor parte de la década precedente. Ello posibilitó la puesta en marcha de programas de estabilización que lograron controlar la inflación, impulsaron larecuperación modesta de la inversión y reactivaron, aunque a tasas moderadas, el crecimiento económico. Sin embargo, la tasa de desempleo se elevó durante el decenio de 1990, alcanzando en promedio un nivel delorden de 10% de la fuerza de trabajo, y en ciertos países sudamericanos este indicador de hecho se disparó 1 Así, después de la década de la estabilización de la reanudación del crecimiento, eldesempleo era mayor que en 1990, punto final del período que siguió a la crisis de la deuda de principios de los años ochenta. Hoy las tasas de desempleo en varios países latinoamericanos son similares oincluso mayores que las tasas de desempleo más altas entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). De modo que, además de tradicionales problemas deinformalidad y subempleo, el desempleo abierto se ha convertido, por primera vez en la historia de la región, en una dimensión mayor del problema del empleo. Como lo señala el Programa de las Naciones Unidaspara el Desarrollo
(PNUD) en su informe reciente sobre la democracia en América Latina (PNUD, 2004): el desempleo y la violencia definen las prioridades de la agenda social de la región.
Al mismotiempo, el nivel y el aumento promedio del desempleo contiene una gran diversidad de experiencias. En 2002 las tasas de desempleo variaban entre 2% y 3% en México y Guatemala, 9% y 10% en Chile y...
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