ECONOMIA

ECONOMIA.

El abuso, adicción y tráfico han causado costos enormes a los Estados Unidos. Se ha calculado que a fines de los ochenta, las ventas anuales de la droga en los Estados Unidos superaban los 110 mil millones de dólares.
La sangría económica por el abuso de drogas y los accidentes ocasionados por ellas se aproxima a los 60 mil millones de dólares anuales.
En América Latina,especialmente en los países productores, los costos son igualmente altos. La concentración de recursos económicos y para militares en manos de “cárteles” de traficantes ha presentado un gran desafío a la autoridad gubernamental. Los intereses de los traficantes de drogas han tratado de socavar las instituciones políticas por medio de sobornos, desafíos, intimidación y en ocasiones, alianzas conmovimientos armados guerrilleros. En particular, Colombia ha experimentado los dolores del “narcoterrorismo”, abierta guerra emprendida por el cártel de la cocaína den Medellín contra las instituciones políticas. En esta sangrienta confrontación, declarada en agosto de 1989, había causado por lo menos 550 muertes a finales de 1990; después de una serie de intrincadas negociaciones, el ritmo de losasesinatos por fin se redujo durante 1991.
La fuente fundamental del problema de la droga, del narcotráfico, es la presencia y el poder de la demanda del consumidor. La demanda de drogas es la más notoria en los países industriales avanzados, en Europa y – de especial importancia- en los Estados Unidos. La demanda es la que crea el mercado de las drogas. Y mientras ella continúe habrá quien sededique a satisfacerla.
L a tolerancia al consumo de drogas se ha desarrollado más por convención social que por evidencia científica.

A lo largo de los años, en especial desde los setenta, los Estados Unidos se han puesto al frente, promoviendo una política planeada para suprimir la producción de drogas ilícitas por todo el hemisferio. Según esta lógica, una reducción de la oferta deAmérica Latina provocaría un aumento del precio de las drogas ilícitas en las calles y esto a su ves conduciría a una reducción de la demanda. Sin oferta no puede haber demanda; así es de sencillo.

Muchos expertos creen que una marcada distinción entre las naciones productoras y las naciones consumidoras resulta engañosa y falaz. En particular, la preocupación por la cocaína motivo a autoridadesEstadounidenses a presentar atención especial a la producción de hojas de coca en naciones de los andes- Bolivia, Perú, Colombia y en menor grado Ecuador- y a los carteles de proceso y trafico residentes en Colombia. De acuerdo con las estimaciones del gobierno estadounidense, la producción de hoja de coca continúa aumentando en la mayoría de los países a finales de los ochenta. Pese a unaproducción en el aumento dentro de los Estados Unidos, también en América Latina aumento el cultivo de la marihuana.
México y Guatemala también producen una parte menor de la oferta mundial de opio aunque abastecen tal vez a un tercio del mercado en los Estados Unidos. Desde el punto de vista del gobierno, la principal amenaza extranjera procede de las 700- 890 toneladas métricas de cocaína (HC1)producidas en América del Sur. En total, las cifras de producción de droga ilícitas en América Latina hacen notar un punto básico: La escala de producción es inmensa, y las campañas de erradicación se enfrentan a una tarea abrumadora.

Los esfuerzos por reducir la oferta revelan 2 apectos clave del mercado internacional de droga. Primero, la producción asi sea de materiales natiurales para drogasilícitas es sumamente móvil, por ejemplo, bajo fuerte presión de los estados unidos Colombia hizo a finales de los setenta muchos esfuerzos para herradicar la producción de marihuana con éxito considerable. Uno de los principales efectos de esto fue la expansión de la producción en México. Entonces los Estados Unidos hicieron presión sobre México, que intensifico su propia “campaña permanente”...