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Segundo mandato de Obama
En su discurso de investidura del pasado lunes, Barack Obama volvió a despertar expectativas sobre cambios y nuevas formas de hacer política. El presidente demócrata ha retornado a la imagen de líder reformista de su primera campaña electoral.
En política interior es posible que Obama adopte una posición más firme en cuestiones como el control de armas, profundizar lareforma de la sanidad, y reducir el déficit sin castigar a la clase media y a los sectores más débiles de la sociedad.
Pero en política exterior, el Presidente intentará mantener una política moderada, evitando intervenciones militares, firme en proseguir la lucha contra líderes y grupos islamistas radicales con ataques “quirúrgicos”, y encontrar el equilibrio entre el interés estratégico deEstados Unidos en Oriente Medio, Pakistán y Afganistán, con el creciente giro en dirección a la zona de Asia Pacífico.
En este contexto, América Latina se encuentra en la paradójica situación de no ser una prioridad para Washington al tiempo que le ofrece importantes oportunidades políticas, comerciales y diplomáticas.
Ocupaciones globales
Durante su primer mandato Obama dedicó sus esfuerzos aresolver el conflicto israelí-palestino (sin éxito); tratar de encontrar la forma de relacionarse con Pakistán, país aliado que muchas veces parece actuar como un enemigo; e implementar la salida de las fuerzas de Estados Unidos de Irak mientras que aumentó las fuerzas en Afganistán para luego decidir su salida en 2014.
El estallido de una serie de rebeliones en Oriente Medio y el Norte de Áfricaabsorbió parte de su tiempo, al igual que desempeñar un papel complejo frente a Irán e Israel, tratando de evitar que el primero continúe con su programa nuclear y el segundo no lance un ataque.
El mayor suceso en América Latina que obligó a Washington a prestar especial atención en la región fue el terremoto en Haití en 2010, pero tres años después, el interés hacia ese país ha disminuidoconsiderablemente.
Para el nuevo período, Obama arrastra serios desafíos, entre otros, qué posición tomar frente a la guerra en Siria, la carrera contra el tiempo entre lograr una negociación con Irán y la intención del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu de usar la fuerza, la inestabilidad en Pakistán, tratar de que Afganistán no sea tomado por los Talibán cuando se retiren las tropas en 2014 y,desde hace poco, la creciente presencia de jihadistas violentos en Mali y el Sahel.
Una nueva relación pendiente
En 2009 el presidente Obama afirmó ante los gobiernos latinoamericanos reunidos en Trinidad que iniciaría una nueva etapa en la relación con América Latina. Pero cuatro años después nada ha cambiado.
En realidad, Washington comenzó a perder interés en la región desde finales de losaños 90 debido a tres factores. Primero, el acuerdo de libre comercio establecido con Canadá y México que, en cierta forma, dejó fuera al resto del continente; segundo, la creciente atención que Estados Unidos empezó a prestar al ascenso de China; y tercero, y muy especialmente, a concentrar esfuerzos en Afganistán, Pakistán y Oriente Medio a partir del 11 de septiembre de 2001.
Pero eldistanciamiento entre Estados Unidos y América Latina estaba relacionado también con los cambios democráticos en la región que llevaron a los gobiernos locales a ser menos dependientes de las estrategias y de los recursos militares y de las políticas contrainsurgentes estadounidenses.
Por otra parte, se produjeron estrategias de diversificación de alianzas económicas, el crecimiento de las exportacioneshorizontales entre países de la región y la recepción de inversiones de otras fuentes.
Mientras que Chile y Brasil, por ejemplo, buscaron nuevas alianzas internacionales y mercados, España y otros países invirtieron en la región compitiendo con el capital estadounidense. Más recientemente, el comercio con socios no tradicionales, como Rusia, China e Irán, ha profundizado esta tendencia hacia el...