economia
…Una noche de invierno anunciaba las nueve en un reloj de madera que crecía como un…
Una voz a la hora de acostarse; por entre las rendijas de las ventanas pesadas decortinas, siempre con olor a naftalina, que movían la sombra, entraban chiflones helados… No había nadie ese día en la casa de arriba, salvo el llanto pequeño de una chica ( a la que acababan de darleun beso para que se durmiera, que no quería dormirse), y la sombra de una pollera disfrazada de tía, como un … con los pies abotinados de institutriz perversa de cejas fruncidas y de pelo dealambre que gritaba “Celestina, Celestina!”, haciendo de ese nombre un abismo muy oscuro(1.)
Y después que el llanto disminuyó, despacito…aparecieron dos piecitos saltando a la cuerda, y una risa y otrarisa caían de los pies desnudos de Celestina en camisón, saltando con un caramelo guardado en la boca. Su camisón tenía forma de nube sobre los vidrios cuadriculados y verdes...
1- Hay variasficciones que hablan de institutrices. Una es la de Henry James, Otra vuelta de tuerca“Otra vuelta de tuerca” de Henry James « El Club de los Lectores. El video está inspirado en ella.
Si querés leerel final en la versión completa del cuento de Silvina Ocampo (Biografía de Silvina Ocampo.doc,) ingresá en Botella al Mar: Cielo de claraboyas
Discutiremos luego cómo la escritora creó la tensión...
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