ECONOMIA
pagarías en un simple bar? A partir de esta sencilla pregunta Tim
Harford, uno de los economistas más prestigiosos del mundo, se
convierte en un detective que nos enseña a seguir las pistas para
averiguar cómo funciona el mundo. Porque quizá pienses que
simplemente estás disfrutando de un capuchino espumoso, pero eleconomista ve otra cosa; tu capuchino refleja el producto de un
sistema de complejidad asombrosa. El economista puede explicar
cómo funciona un sistema como éste, cómo las empresas intentarán
explotarlo y cómo tú, como consumidor, puedes protegerte. Un libro
divertido, ameno y accesible para comprender el mundo a través de
la economía de las pequeñas cosas.
Tim Harford
El economistacamuflado
La economía de las pequeñas cosas
ePub r1.1
Daruma 11.09.13
Título original: The Undercover Economist
Tim Harford, 2005
Traducción: Redactores en Red
Diseño de portada: Daruma
Editor digital: Daruma
Corrección de erratas: drakko
ePub base r1.0
A Deborah Harford, Fran Monks y Stella Harford, mi familia.
… en el pasado, presente y futuro.
Agradecimientos
Peter Sinclair mepuso en contacto con la economía; y Tony Courakis, Simon
Cowan, Stan Fischer, Bob Garhart, Paul Klemperer, Brendan McElroy, Elinor
Ostrom, Hyun Shin, Bill Sjostrom y muchos otros me ayudaron en el camino.
Les estoy muy agradecido a todos.
En Shell, Ged Davis me permitió trabajar media jornada para que yo
pudiera producir el primer borrador del libro. Me sentí halagado y estoy
agradecido porsu apoyo. Otros colegas en Shell constituyeron una inspiración,
especialmente Betty-Sue Flowers, Antipam Khanna, Cho Khong, Michael
Klein, Doug McKay y John Robinson.
En el Financial Times, Pilita Clark, Andy Davis, Chris Giles, Andrew
Gowers, John Kay, John Willman y Martin Wolf me dieron oportunidades y
luego se aseguraron de que no las desperdiciara.
En el Banco Mundial, Michael Klein ySuzanne Smith son colegas
maravillosos. Cada día que paso con ellos aprendo algo nuevo.
David Bodanis, Felicity Bryan, Penny Dablin, Moore Flannery, Juri
Gabriel, Mark Henstridge, Diana Jackson, Oliver Johnson, John Kay, Cho
Khong, Paul Klemperer, Stephen McGroarty, Doug McKay, Fran Monks, Dave
Morris, Rafael Ramírez, Jillian Reilly, John Robinson, Tim Savin, Martin
Wolf y Andrew Wright hanmejorado el libro con sus comentarios.
Sally Holloway, mi agente, ha sido excepcional. Tim Bartlett y Kate
Hamill, de Oxford University Press, me enfurecieron con su precisión y
capacidad de análisis. He sido muy afortunado por poder trabajar con ellos.
Lo que es más importante: el apoyo emocional provino de Diana Jackson,
mi esposa, Fran Monks, el «tío» Dave Morris y Jillian Reilly.
Sobretodo debo agradecerles a Andrew Wright, un genio, sin el cual el
libro podría no haberse terminado nunca; y David Bodanis, una inspiración,
sin quien el libro ni siquiera hubiera comenzado.
Introducción
Me gustaría darte las gracias por haber comprado este libro; aunque si te
pareces a mí en algo, seguramente no lo has comprado aún, sino que lo has
llevado a la cafetería de la librería yen este preciso momento estás
disfrutando cómodamente de un capuchino mientras decides si vale la pena
gastar tu dinero.
Éste es un libro acerca de cómo ven el mundo los economistas. De hecho,
tal vez haya un economista sentado cerca de ti en este momento. Tal vez no
puedas distinguirlo, ya que una persona normal no notaría nada especial en un
economista. Pero las personas normales síresultan especiales a los ojos de
los economistas. ¿Qué es lo que ve el economista? ¿Qué te diría él, si te
tomaras la molestia de preguntarle? ¿Y por qué deberías hacerlo?
Tal vez creas que estás disfrutando de un capuchino espumoso, pero el
economista ve otra cosa. Os ve, a ti y al capuchino, como jugadores de un
intrincado juego de señales y negociaciones, competencias de fuerza y batallas...
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