Economia
Los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo de diferentes modos, pero de lo que se trata es de transformarlo. MARX, Tesis sobre Feuerbach
Esta pregunta, en verdad muy simple, se ha convertido, tanto era los medios burgueses como en los proletarios, en objeto de múltiples discusiones. Pero ahora se considera de buen tono científico ridiculizar todaprofesión de fe en el marxismo ortodoxo. Dado el poco acuerdo que parecía reinar en el campo «socialista» en cuanto a la cuestión de saber cuáles son las tesis que constituyen la quintaesencia del marxismo y, por consiguiente, cuáles son aquellas a que «se tiene derecho» a disputar, e inclusive a rechazar, sin por ello dejar de reivindicar el título de «marxismo ortodoxo», se ha considerado cadavez más «no científico», hacer la exégesis escolástica como si fueran frases de la Biblia, con citas de obras antiguas y en parte «superadas» por la crítica moderna, buscar en eso, y solamente en eso, una fuente de verdad, en lugar de entregarse «sin prejuicio» al estudio de los «hechos». Si la pregunta se planteara así verdaderamente, la respuesta más apropiada sería, evidentemente, una sonrisa delástima; pero la pregunta no es tan simple, y nunca lo ha sido, porque, si se supusiera, aun sin admitirlo que la investigación contemporánea hubiera demostrado la inexactitud «de hecho» de algunas de las afirmaciones de Marx, un marxista ortodoxo serio podría reconocer incondicionalmente todos esos nuevos resultados, y rechazar totalmente algunas de las tesis de Marx, sin verse por ello obligado,ni un solo instante, a renunciar a su ortodoxia marxista. El marxismo ortodoxo no significa por tanto, una adhesión sin crítica a los resultados de la investigación de Marx, no significa un acto de «fe» en tal o cual tesis, ni tampoco la exégesis de un libro «sagrado». La ortodoxia en cuestiones de marxismo se refiere, por el contrario y exclusivamente al método. Implica la convicción científicade que con el marxismo dialéctico se ha encontrado el método de investigación justo, de que este método sólo puede desarrollarse, perfeccionarse en el sentido de sus fundadores. Y que, en cambio, todas las tentativas de superarlo o de «mejorarlo» tuvieron y no pueden dejar de tener otro efecto, que hacerlo superficial, banal, ecléctico. I La dialéctica materialista es una dialécticarevolucionaria. Esta determinación es tan importante y tiene un peso tan decisivo para la comprensión de su esencia, que es ella la que debe ser considerada en primer lugar, incluso antes que se pueda tratar el método dialéctico mismo, a fin de plantear adecuadamente el problema. Se trata aquí del problema de la teoría y de la praxis, y no solamente en el sentido en que Marx lo entendía en su primera crítica aHegel cuando decía que «la teoría deviene fuerza material desde que capta a las masas».1 Se trata más bien de investigar, tanto en la teoría como en la manera en que penetra a las masas, esos momentos y esas determinaciones que hacen de la teoría, del método dialéctico, el vehículo de la revolución; se trata de desarrollar la esencia práctica de la teoría partiendo de la teoría y de la relaciónque establece con su objeto. Porque, sin eso, la «captación de las masas» pudiera ser una apariencia vacía. Podría ocurrir que las masas, movidas por impulsos muy diferentes, actuasen en función
1
Nachlass, I, p. 392. (Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel. Obras filosóficas, Ed. Costes, tomo I, p. 96.)
de objetivos completamente diferentes, y que la teoría tuviera,para su movimiento, un contenido puramente contingente, que fuera una forma mediante la cual las masas elevan a la conciencia su acción socialmente necesaria o contingente, sin que ese acto de toma de conciencia esté ligado de manera esencial y real a la acción misma. En el mismo escrito, Marx expresa claramente las condiciones de posibilidad de esa relación entre la teoría y la praxis: «No es...
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