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on El euro en los Tribunales, hace casi cuatro meses, esta columna trataba de la «inminente» decisión del Tribunal Constitucional alemán sobre el programa de compra de bonos lanzado en el verano del2012 por el Banco Central Europeo. La decisión, en efecto, estaba prevista para finales de octubre. El que se haya retrasado más de tres meses indica la dureza de la lucha interna en el Tribunal, yhasta qué punto ha servido de caja de resonancia de batallas entre otras instancias políticas alemanas.

La decisión finalmente tomada es negativa para la estabilidad del euro. La primera reacción, enlas horas siguientes a la publicación, fue dar la bienvenida a lo que parecía un paso histórico: el Tribunal Constitucional alemán dejaba en manos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ladecisión sobre un asunto evidentemente europeo (muchos pasos históricos en Europa son perogrulladas, pero es lo que hay). Es la primera vez que esto sucede, y en abstracto, parece realmente un avancefundamental. Sin embargo, la letra pequeña de la decisión ocultaba trampas y de qué calibre.

De forma resumida, el Tribunal considera contrarios a la Constitución alemana los principales extremos sobrelos que se apoya el plan del Banco Central. Algunos habría que suprimirlos y otros limitarlos, como la cantidad de bonos que puede comprar -la esencia del plan, el secreto de su impacto inmediato ygigantesco en los mercados, fue precisamente por su carácter de compromiso sin límites-.

Cabe recordar que este plan se dirigía a combatir dos problemas de gran alcance. El primero, urgente, evitarque países como España o Italia fueran expulsados de los mercados de deuda al pedírseles intereses tan altos que los hacían insolventes. En este punto, el plan se limitaba a traducir en medidasconcretas la promesa del presidente del BCE de hacer «todo lo necesario» para salvar al euro. El segundo problema, todavía no resuelto, era la ineficacia de la política monetaria ante una situación nunca...