Ecos de una religiosidad mediterránea
Páginas: 4 (829 palabras)
Publicado: 3 de diciembre de 2009
Ecos de una religiosidad mediterránea
(A propósito de algunos poemas de Pedro Garfias)
La sensibilidad de un poeta adquiere especial significación en ese contorno difuso que roza el mundoemocional; cuando razón, sentimiento y emociones, se difuminan en un espacio y en un tiempo vagamente delimitados en constructos fuertemente dinámicos .
En la manifestación de lareligiosidad se perciben diferencias e igualdades. Igualdad en la diferencia: el mismo sentimiento, la misma razón, la misma humanidad en manifestaciones aparentemente muy diversas. Quizás los ecos deaquella España, previa a la Guerra Civil[i], en la que las manifestaciones de religiosidad no eran habituales en la izquierda, hacen que nos hayan sorprendido de algún modo los rasgos religiosos que hemosencontrado en algunos poemas de Pedro Garfias. Su adscripción ideológica no deja lugar a dudas. Su religiosidad tampoco.
Al igual que Antonio Machado [ii]:
Converso con el hombreque siempre va conmigo
-quien habla solo espera hablar a Dios un día-; [iii]
Pedro Garfias lleva en el alma a Andalucía, con toda su realidad hiperexpresionista de la religiosidad.Ese pueblo andaluz que se entrega en alma y cuerpo en rituales y en procesiones:
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaverasanda pidiendo escaleras
para subir a la cruz! [iv]
y del que Antonio Machado marca una cierta distancia:
¡No puedo cantar, ni quieroa ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
Quizás no es posible que un andaluz pueda permanecer al margen de esa religiosidad que impregna a los hombresdel sur desde tiempos inmemoriales; que fluye dispersa, ambigua, extensa, y trasciende a lo que se podría denominar un cristianismo oficial.
El joven Garfias no escapa a esta cercanía religiosa....
(A propósito de algunos poemas de Pedro Garfias)
La sensibilidad de un poeta adquiere especial significación en ese contorno difuso que roza el mundoemocional; cuando razón, sentimiento y emociones, se difuminan en un espacio y en un tiempo vagamente delimitados en constructos fuertemente dinámicos .
En la manifestación de lareligiosidad se perciben diferencias e igualdades. Igualdad en la diferencia: el mismo sentimiento, la misma razón, la misma humanidad en manifestaciones aparentemente muy diversas. Quizás los ecos deaquella España, previa a la Guerra Civil[i], en la que las manifestaciones de religiosidad no eran habituales en la izquierda, hacen que nos hayan sorprendido de algún modo los rasgos religiosos que hemosencontrado en algunos poemas de Pedro Garfias. Su adscripción ideológica no deja lugar a dudas. Su religiosidad tampoco.
Al igual que Antonio Machado [ii]:
Converso con el hombreque siempre va conmigo
-quien habla solo espera hablar a Dios un día-; [iii]
Pedro Garfias lleva en el alma a Andalucía, con toda su realidad hiperexpresionista de la religiosidad.Ese pueblo andaluz que se entrega en alma y cuerpo en rituales y en procesiones:
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaverasanda pidiendo escaleras
para subir a la cruz! [iv]
y del que Antonio Machado marca una cierta distancia:
¡No puedo cantar, ni quieroa ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
Quizás no es posible que un andaluz pueda permanecer al margen de esa religiosidad que impregna a los hombresdel sur desde tiempos inmemoriales; que fluye dispersa, ambigua, extensa, y trasciende a lo que se podría denominar un cristianismo oficial.
El joven Garfias no escapa a esta cercanía religiosa....
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.