Ediii
segundo estos plasticos esan legando a los mares onde muchos animales pensando que es comida lo ingieren y cada vez muere y mueren mas especies marinas.
mira. primero el plastico es un material no biodegradable por lo que puede tardar siglos en descomponerse o talvez nunca lo haga.
segundo estos plasticos esan legando a los mares onde muchos animales pensando que es comida lo ingieren y cada vez muere y mueren mas especies marinas.
En los mares, en los suelos y en muchos otros momentos de nuestra vida cotidiana, tenemos que lidiar con sustancias tóxicas cuyos fabricantes han descuidado, por decir lo más benevolente.
Hace cuatro décadas un buceador de lasprofundidades oceánicas, Jacques Yves-Cousteau, revelaba al mundo -algo que lamentablemente no fue asumido por ese mismo mundo, nuestra sociedad-: que los mares, todos los mares del planeta, tenían plásticos suspendidos en sus aguas. Moléculas a veces microscópicas, pero allí presentes, porque su no biodegradabilidad les permitía eso; seguir navegando indefinidamente en los oceános del planeta.No todo era material plástico en dimensiones que no alcanzaba nuestra vista. Todos los mares tenían también bolsas de plástico flotando (las que con la erosión se van convirtiendo en aquellas moléculas sueltas) que las tortugas a menudo confundían con medusas e ingerían para iniciar así su propia, prematura agonía.
No hace falta ser un especialista para registrar hoy en día que todos los campos,ese lugar sagrado, asiento de la mayor parte de nuestra alimentación, porque del suelo se nutren casi todos nuestros vegetales y buena parte de nuestra alimentación animal está absolutamente invadido de materiales plásticos.
Nada tan triste como ver, por ejemplo, un campo cultivado con criterio orgánico, haciendo una cama con humus, protegiendo el asiento de la semilla con aserrín humedecido y, ala vez, ver por doquier jirones de bolsas o restos de polietileno, de caños plásticos, desechos de una maceta, una película usada como soporte o base de un manto o restos de bolsas, semienterrados, festonando las camas o “tablones” tan preparados. Todos esos trozos o restos de poliestireno, polivinilcloruro (PVC), polietileno, PET, propileno, etcétera, con el paso del tiempo van desprendiendo susablandadores, los temibles ftalatos, cancerígenos, o moléculas todas ellas “naturalmente” tóxicas.
Se han hecho, en países como Alemania, claro, no en países como Argentina o Uruguay, investigaciones sobre eso que técnicamente se designa como “migraciones”.* En el caso de envases, se trata del desprendimiento de sustancias que pasan (imprevistamente) al alimento. No es el pasaje de taninos de lavasija de roble al vino, perfectamente buscado. O incluso del zinc al agua potable en contacto con una chapa galvanizada, para que el agua provea a quien la beba de un oligoelemento que puede escasear en la alimentación. No, las migraciones de plásticos a alimentos son algo que sobrevinieron impensadamente, que han resultado tóxicas, pero que el complejo empresario que “vive de ” ello no estádispuesto a abandonar su negocio por semejantes consideraciones.
Las investigaciones sobre migraciones han revelado un dato intranquilizador: el calor acelera la cesión de material plástico. Al alimento, si se trata de envases; al suelo, si se trata de material plástico allí ubicado, y en consecuencia, al alimento que se nutra del lugar donde se va descomponiendo ese plástico. Cuarenta gradoscentígrados alcanzan para precipitar el ritmo “migratorio”. Que es una temperatura que fácilmente se alcanza en verano, sobre todo en áreas cobijadas o recalentables. Eso es, por ejemplo, lo que reveló hace ya veinte años la investigación ya citada, sobre migración de un compuesto ftalático (DEHF, dietilhexilftalato).
También se sabe que las grasas y los alcoholes son sustancias donde se alojan...
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