Edipo Rey
Viene luego la Párodo (pp.190-192). Un coro de tebanos ancianos eleva una especie de plegaria a la divinidad para que les dé fuerzapara eliminar el mal. Le hablan al Oráculo, ruegan a la triada de dioses y esperan con angustia cualquier respuesta. Esta escena representa el inicio del drama propiamente dicho.
Se produce el 11 Episodio (pp.192-201). Edipo espera conseguir que el ruego del coro (es decir, de la colectividad) se haga realidad. Se deja clara la necesidad de conocer al asesino de Layo y la voluntad con que el reyse enfrenta al problema. Delante de todos pronuncia un bando solemne en el que conjura a todo el pueblo tebano a que colabore en el esclarecimiento del crimen, pidiendo el destierro sin compasión del asesino y el castigo de los dioses para quien se atreviera a ayudarlo. El coro avisa que se ha dicho que fueron varios los asesinos, pero confía en que el adivino Tiresias lo aclare todo. Se produce undiálogo entre Edipo y Tiresias que degenera en un enfrentamiento, en el que ambos se intercambian insultos; ante las palabras oscuras del adivino, en el sentido de que Edipo tiene algo que ver en el asunto Edipo interpreta que se trata de una conspiración del anciano y de Creonte, el cuñado de Edipo. El adivino se despide con un mal augurio para el asesino de Layo, que "se marchará tras habervisto".
Tras esto se sucede el Estásimo 11 (pp.201-203). El coro, solo, medita y canta con brevedad y con lirismo su desconcierto ante las palabras escuchadas: por un lado, quiere remontarse a la causa para descubrir al culpable que todos buscan; por otro, siente angustia por las imprecaciones, terribles, pero no probadas, del adivino y, a la vez, por su fidelidad segura a su rey.
Así llegamos al21 Episodio (pp.203-213). Edipo, Yocasta y Creonte, en presencia del coro, que a veces interviene, llevan su intervención a una complicación del drama; se revelan datos decisivos que en lugar de aclarar enredan: se mencionan el oráculo que pesaba sobre la familia de Layo, y, más tarde, el que pesaba sobre el mismo Edipo; también se habla del motivo del asesinato en un cruce de camino. Esto últimolevanta la sospecha de Edipo de que él mismo tenga algo que ver con los hechos: pero hay dos reseñas distintas (la que habla de varios asaltantes frente a la singularidad de Edipo). Ante ello hay una gradación en la reacción de cada uno de los personajes: Yocasta sostiene que los oráculos son falibles; Edipo se muestra más respeto por ellos y, por eso, los sigue temiendo, mientras que el coro esmás religioso y consecuente: es posible que los dos extremos sean compatibles, pero hasta que no se compruebe cuál es la versión correcta hay esperanzas: se espera que el único testigo que queda del crimen de Layo resuelva la duda.
Llega el Estásimo 21 (pp.214-215). El coro medita en una lucha interior las terribles palabras de Tiresias frente al buen concepto en que tiene al soberano. Se...
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