edipo rey

“Dialogo Edipo Rey”
Edipo: ¡Hijos míos! que tenéis que venir a decirme con sus actos suplicantes, nuestra ciudad llena del humo de incienso para sus ayes y lamentos con ¿qué fin os habéis congregado aquí?
Dirigiéndose al pueblo, el sacerdote contesta
Sacerdote: Oh Edipo rey de nuestra patria ya ves todas nuestras suplicas, siendo sacerdote de este tu pueblo venimos a pedir tu consentimientode ayudarnos a salir de esta consternación de desgracias para resuelvas este mal implacable de Tebas
Edipo: Hijos dignos de mi piedad yo se de vuestras calamidades y sus males no son algo oculto para mi, y tomándoles la palabra investigare hare valer la democracia
Sacerdote: Aca viene quien puede hablarte con mas acierto
Creonte se aproxima
Edipo: Oh Rey Apolo! Ojala traiga la saludable dichaque nos da mal semblante
Sacerdote: Viendolo parece traer buenas noticias
Edipo: Vamos a verlo pues esta ya justamente al alcanzar mi vos príncipe.
Llega Creonte
Creonte: Un oráculo anuncio que nuestros notas de econtramos remedios que se conviertan en bien.
Edipo: ¿Cuál es la respuesta del oráculo por lo que me dijiste no me tranquilizo?
Creonte: Lo dite frente a todos o puedo entrar a tupalacio?
Edipo: Habla ante todos
Creonte: Voy, pues, a repetir lo que oí de boca del dios. El rey Apolo nos ordena expresamente lavar una mancha que ha sufrido este país y no dejarla crecer hasta que no tenga remedio.
EDIPO: ¿Cómo nos libraremos de esta calamidad?
CREONTE: Desterrando a un culpable o expiando su alma
EDIPO: Pero ¿a qué hombre se refiere ese homicidio?
CREONTE: Príncipe, antesque vinieras a gobernar esta ciudad, teníamos un rey, que se llamaba Layo.
EDIPO: Así me lo han dicho, aunque yo no lo vi nunca.
CREONTE: Pues el rey fue asesinado y el dios nos obliga a matar ese asesino
EDIPO: Pero ¿dónde están? Dónde podemos encontrar la pista tan difícil de un crimen tan antiguo?
CREONTE: El dios asegura que los matadores están en el país.
EDIPO (Reflexionando uninstante.)
¿Fue en su palacio, en nuestros campos o en tierra extranjera?
CREONTE: Salio del país y no se supo mas
EDIPO: ¿Y no hay un tan solo vivo que presenciara tal acto?
CREONTE: Todos murieron, excepto uno solo, a quien el miedo hizo huir?
EDIPO: ¿Cuál? Un solo dato podría ser una gran ayuda
CREONTE: Lo que declaró el testigo fue que, sorprendido Layo por unos bandidos, fue asesinado, no porla fuerza de un único brazo
EDIPO: ¿Cómo, pues, un bandido pudiera haber urdido su crimen?
CREONTE: Esta sospecha tuvimos; pero nuestros males eran tales, que la muerte de Layo no tuvo vengador.
EDIPO: ¿Y cuál fue el mal más urgente que después de la muerte del rey os ha impedido enteraros de lo que pasó?
CREONTE: La Esfinge, con sus capciosos enigmas, nos hizo descuidar los hechos inciertosEDIPO: Pues bien, yo no los pondré en claro remontándome a sus orígenes
SACERDOTE: Levantémonos, hijos, ya que el rey promete hacer lo que hemos venido a suplicarle.
CORO: ¡Oh, qué grata palabra de Zeus traes del riquísimo Delfos a la ilustre Tebas! Que con gran ayuda de los dioses saldremos de esta nuestra insertidumbre
CORIFEO: Oh rey nadie de nosotros ha cometido ese crimen
EDIPO: Lo quedices es justo.
CORIFEO: A lo que acabo de decir, quisiera añadir una segunda opinión.
EDIPO: Y si aún tienes una tercera
CORIFEO: Conozco a una persona, el adivino Tiresias, que es muy asertivo siempre en sus asuntos
EDIPO: No he descuidado este recurso; he enviado, por consejo de Creonte, a dos mensajeros a buscarlo me extraña que no hagan vuelto
CORIFEO: Todo lo demás que se cuenta por ahíno son más que vanos rumores
EDIPO: ¿Qué se cuenta, pues?
CORIFEO: Cuentan que Layo murió a manos de unos caminantes.
EDIPO: Yo también lo he oído decir; pero nadie ha visto a un testigo ocular.
CORIFEO: El culpable, no podría cubrir tales hechos
EDIPO: Quien no teme obrar, no tiene miedo a las amenazas.
CORIFEO: Ya tenemos al que sabrá desenmascarar al culpable. Aquí, en efecto, tus...