Editorial
Editorial: Ante el maltrato animal
Es halagador notar que cada vez más colombianos se conmueven y se movilizan ante escenas de sufrimiento de estos seres vivos. Hay que seguiravanzando, pero conscientes de que en este camino cada sociedad marcha a su propio ritmo.
El 2015 comenzó con una seguidilla de noticias que daban cuenta de casos indignantes de maltrato animal.Primero fue un toro acuchillado en Turbaco (Bolívar); luego, un caballo descuartizado vivo en Buenavista (Cesar); y como si esto no fuera suficiente, también llegó el reporte de una carrera de gatosamarrados en Tuluá. Son episodios que denotan un preocupante indicio de comportamiento social que merece análisis.
Pero la reacción masiva que tales hechos produjeron dejó claro que, por fortuna, cadavez es mayor el sentimiento de compasión frente al sufrimiento animal en el país. Esto ha llevado a que aumente la conciencia sobre la necesidad de actuar en múltiples campos donde este se presenta. Asu vez, la irrupción de nuevas tecnologías, en particular los celulares con cámaras de video, y de las redes sociales ha servido para que episodios como los de las corralejas sean conocidos por ampliossectores de la población.
Más allá de los matices que el asunto pueda tener, debemos ser claros en que estamos ante una tendencia a todas luces halagadora. Comprueba que, al igual que buena partedel planeta, la sociedad colombiana también avanza por la senda del trato ético para con los animales. Es cierto que, como lo dijo Mahatma Gandhi, una civilización puede ser juzgada según la maneracomo trate a los animales.
Pero es este un largo camino que cada sociedad recorre a una velocidad diferente y en el que otros países van más avanzados, en particular aquellos que en su legislación yahan incorporado los derechos de los animales. Pero, en general, el avance de toda la humanidad es significativo. Recordemos no más que en otra época la quema de gatos era un espectáculo público para...
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