Editorial

Editorial: La consulta antitaurina
Como se ha expresado en redes sociales, la ciudad reclama debates mucho más decisivos.
Por:  EDITORIAL | 
11:28 p.m. | 19 de julio de 2015
Desde el comienzo de sugestión, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, decidió declararles la guerra a las corridas de toros. Y como es habitual en él, ha llevado al límite la norma con tal de que se haga su voluntad. Paraello, ha encontrado respetables aliados: ciudadanos defensores de los animales que han impulsado toda suerte de iniciativas para acabar con una práctica que, aseguran, violenta los derechos de seresindefensos.
Después de intensos debates jurídicos, recabando el acervo histórico de lo que ha sido esta expresión de arraigo cultural –como lo definió la Corte Constitucional–, la Alcaldía no se dio porvencida. Ahora apela a una consulta popular para que sean los ciudadanos quienes digan, el próximo 25 de octubre, si aceptan o no las corridas de toros en la capital del país.
Y entonces el debate haentrado en un terreno jurídico que, sin embargo, no lo exime de lo político. Frente a lo primero, connotados juristas y académicos sostienen que no es la consulta el mecanismo idóneo para impedir quese desarrolle esta práctica.
Aducen que el poder constituyente deja de ser la manifestación del pueblo cuando el tema ya ha sido reglado por la ley; por tanto, solo se puede llegar hasta donde laCarta diga. Así, si se quiere modificar el hecho real de que hoy se permiten las corridas, pues hay que cambiar la norma legal, y ello ya no es competencia del Alcalde.
Pero otra cosa piensa laAdministración, que centra su posición en que la misma Corte, en sentencia de constitucionalidad, deja claro que, si bien se reconoce el arraigo cultural por los toros, este no es un derecho absoluto, sino queevoluciona conforme lo hace la sociedad. Por ende, puede ser objeto de modificaciones. Y agrega que cuando se habla de proteger a las minorías, no se pueden equiparar los derechos de los taurinos...