Editorial

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En los últimos seis años la educación básica en México ha vivido un proceso intenso de evaluación y reforma; hoy, los tres niveles educativos, preescolar, primaria y secundaria cuentan con un nuevo plan de estudios donde el enfoque, contenidos y materiales de enseñanza han cambiado. En 2004 se dio la reforma en la educación preescolar, en 2006 en secundaria y en 2009 se generalizó aprimaria. La reforma de las normales, como podemos darnos cuenta, está en proceso; la estamos viviendo.
Las instituciones formadoras de docentes en todo el país, incluidas las Escuelas Normales (EN), han entrado en una dinámica de reorganización académica y de gestión. Esto significa oportunidades de desarrollo, pero también exigencias a los docentes de las escuelas normales, en relación alperfil docente, y de desempeño, en cuanto al nivel de logro académico de los estudiantes normalistas. Esto no es producto del azar, las EN, como instituciones de educación superior, han sido consideradas en el Programa de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP). Por eso mismo han estado trabajando desde 2009 en la conformación de sus Cuerpos Académicos (CA), para impulsar el desarrollo de proyectos deinvestigación e innovación que reditúen en la mejora continua de las propias EN, de sus procesos de formación y finalmente de la calidad educativa de los futuros docentes.
Este mes de marzo iniciaron las discusiones acerca de la pertinencia del Modelo Integral para la Formación y el Desarrollo de Competencias del Maestro de Educación Básica, documento base para el proceso de actualización de losplanes de estudios de las licenciaturas en educación preescolar, primaria y secundaria anunciado por la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE). En 2011 las escuelas normales transformarán su estructura, funcionamiento, planes y programas de estudio.
En medio de la desorientación, la incertidumbre y, porque no, hasta el temor, que pudieran provocar estoscambios, los maestros sabemos que la seguridad y el crecimiento no lo podremos encontrar en simplemente seguir de manera disciplinada las nuevas instrucciones contenidas en estas reformas. Los estudiantes normalistas necesitan mínimamente aumentar su nivel de logro académico; las modernas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se vuelven espacios obligados de formación einteracción educativa. Las cosas ya no se pueden seguir haciendo por la sola razón “normativa”, de que esa es la forma en que se deben hacer, los resultados que se obtengan, producto de evaluaciones y auto evaluaciones, deberían de ser ahora el criterio para su mejora y para su continuación.

La respuesta no es una fórmula, sino un proceso permanente de evaluación y una mirada humanista y creativa queanaliza y reflexiona para responder a la realidad a través de la innovación. Seguramente, como parte de los procesos académicos que vivimos nos hemos enterado de las evaluaciones que se realizan en todos los niveles educativos, tanto las de carácter institucional, como las de los Comités Interinstitucionales de Evaluación de la Educación Superior (CIEES); así como las de logro educativo, como ENLACE,EXCALE y CENEVAL.

Sin embargo, lo que necesitamos entender es que es preciso dejar de ser simples testigos de los cambios o seguidores de nuevas instrucciones, para convertirnos en actores que realizan evaluaciones, investigaciones e innovaciones para mejorar la calidad de nuestros procesos y nuestros resultados educativos, como docentes normalistas de educación superior.

Los resultados dela gestión de las normales o de nuestros procesos formativos nos reflejan; el logro de nuestros estudiantes en las distintas evaluaciones es parte de la expresión de lo que somos y de lo que hacemos en nuestro entorno educativo y social.
Y si emprendemos proyectos académicos para mejorar, como el espacio de esta revista, el propósito es que contribuya a que seamos mejores y a que crezcamos...