educación superior
El documento, Declaración Mundial sobre la educación superior en el siglo XXI, aprobado en París el 9de octubre de 1998; suscribe también el concepto de «pertenencia social» y señala que «deberían fomentarse y reforzarse la innovación, la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad en losprogramas, fundando las orientaciones a largo plazo en los objetivos y necesidades sociales y culturales. La pertinencia social es rica en consecuencias para la educación superior.
A veces existe latendencia a reducir el concepto de pertinencia a la respuesta que ésta debe dar a las demandas de la economía o del sector laboral. Una lectura latinoamericana nos dice que, sin duda, la educaciónsuperior tiene la obligación de atender adecuadamente estas demandas, pero su pertinencia las trasciende y debe analizarse desde una perspectiva más amplia, que tenga en cuenta los desafíos los retos ydemandas que el sistema de educación superior, y a cada una de las instituciones que lo integran, impone la sociedad en su conjunto, y particularmente los sectores más desfavorecidos. Para nuestrasuniversidades, la llamada función social es tan importante como el resto de funciones atribuidas tradicionalmente a la educación superior.
La pertinencia de la educación superior debe, entonces, evaluarseen función de la adecuación entre lo que la sociedad espera de las instituciones y lo que éstas hacen. «La educación superior, proclama la declaración, debe reforzar sus funciones de servicio a lasociedad, y más concretamente sus actividades encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el hambre, el deterioro del medio ambiente y las enfermedades,principalmente mediante un planeamiento interdisciplinario y transdisciplinario para analizar los problemas y las cuestiones planteados». Sin duda, no todas las universidades en el mundo se han sentido...
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