educación
LOS CENTROS EDUCATIVOS COMO CONTEXTO DE LA INTERVENCION PSICOPEDAGOGICA
Autor: Serafín Antúnez Marcos
1. EL CENTRO EDUCATIVO COMO ORGANIZACIÓN Y COMO SISTEMA DE RELACIONES.
Aunque siempre ha sido evidente, cada vez es más reconocido el hecho de que la educación escolar está fuertemente condicionada por la tipología y las características propias de cada centro y por las respuestasorganizativas que se construyen en ellos. Durante años hemos podido constatar las limitaciones de las corrientes y propuestas de acción obcecadas por plantear el estudio de la educación escolar poniendo el énfasis únicamente en el análisis de los procesos didácticos o de las decisiones curriculares en el marco restringido del aula. Las imprescindibles aportaciones de las teorías de la enseñanza,de la instrucción, del aprendizaje o las sugerencias de los modelos didácticos pocas veces han considerado la influencia de los elementos organizativos del centro, considerado como un todo, olvidando, tal vez. que la educación escolar se desarrolla en el seno de una institución.
En la actualidad, y nos felicitamos por ello, cuando se tratar de analizar el diseño, la intervención y laevaluación psicopedagógicas en los centros escolares, como es nuestro caso, casi nadie omite referirse, por ejemplo, al clima escolar o a la cultura del centro, a la dinámica de trabajo del equipo de enseñantes, al papel del Equipo Directivo, a los criterios generales que se-utilizan para decidir sobre el uso del tiempo, del espacio, del agolpamiento de los estudiantes, o a cómo se concibe y se desarrollala participación de los diversos miembros de la comunidad educativa. Se sabe que es determinante, que todo ello influye significativamente en la educación escolar, como se sabe también de la influencia que tienen otras variables externas propias de los sistemas educativo y escolar en sus múltiples manifestaciones: legislación, políticas generales, estatus del profesorado, modelo escolar, etc.Parece poco cuestionable pues que la educación escolar se desarrolla en una entidad y en un espacio mucho mayores y mucho más complejos que en aulas aisladas; en un universo mucho más amplio que el del ámbito reducido de una clase o de las microsituaciones «cara a cara» entre la persona que educa y aquella que es educada. Esta constatación debería suponer para el
psicopedagogo, entre otros,tres corolarios fundamentales.
El primero es que nuestra tarea debe realizarse de forma congruente con la cíe otros profesionales que también trabajan en el centro con quienes formamos equipo. Esta convicción de que la educación escolar es una tarea colectiva está cada ve/, más presente entre los profesores y profesoras de nuestros centros. Por eso, cuando tratamos de analizar y mejorar suorganización y funcionamiento, adquieren gran importancia conceptos como: objetivos comunes, trabajo colaborativo, coordinación, división del trabajo, estructura, pero también otros menos tangibles como desajuste de intereses, conflicto o negociación.
El segundo nos sugiere que el marco organizativo o, si se prefiere, los elementos y componentes del centro concebido como organización influyensignificativamente en nuestro trabajo de psicopedagogos. Este hecho nos obliga a superar hipótesis o perspectivas de análisis de los centros como instituciones donde los acontecimientos se producen de forma independiente para pasar a concebirlos como organismos vivos, culturas o escenarios donde se desarrollan algo más que actuaciones aisladas. Lo que ocurre en los centros es, pues, más una concurrenciainteractiva de acontecimientos que una adición de acciones desvinculadas.
El tercero, que destaca aún más la importancia de considerar nuestro trabajo y el de los profesores y profesoras como actuaciones que se inscriben en una organización, tiene que ver con la evidencia de que cualquier proceso de innovación y cambio significativo y perdurable reclama ineludiblemente consecuencias...
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