Educacion Delictiva

Educación y actividad delictiva: evidencia internacional José Joaquín Brunner
“The affluence of the rich excites the indignation of the poor, who are driven by want, and prompted by envy, to invade his possessions”. Adam Smith

¿Existe alguna relación entre educación y actividad delictiva? ¿Es cierto que la tasa de criminalidad es más alta entre grupos de menor escolarización? ¿La deserciónescolar aumenta el riesgo de incurrir en comportamientos penados por la ley? A simple vista, pareciera que a cada una de estas preguntas se puede responder afirmativamente. Veamos algunos hechos registrados por la literatura internacional y resumidos en el Fact Sheet de la Alliance for Excellent Education de los Estados Unidos (2003): • • • • los desertores de la enseñanza media tienen unaprobabilidad 3,5 veces más alta de ser arrestados a lo largo de su vida; un 47% de quienes incurren en delitos de drogas no completaron su educación secundaria; un alumno hombre graduado en el quintil más bajo de notas de su curso tiene 14 veces más posibilidades de llegar a ser encarcelado que un alumno graduado en el quintil más alto de notas; entre los jóvenes que participaron en un programa de calidadde lectura mientras se encontraban en prisión la reincidencia disminuyó en un 20%.

Más en general, la evidencia internacional apunta al hecho de que las actividades delictivas florecen entre los grupos con menor educación. Tres ejemplos: • • • En Nueva Zelanda, un estudio del año 1993 señala que un 48% de las personas condenadas a prisión tienen desempeños en lectura menores de los esperados deun niño de 10 años. Buonanno (2003) indica que en Italia más de un 75% de las personas condenadas en dicho país no había completado sus estudios secundarios. Cerro y Meloni (2000) encuentran evidencia para ligar indirectamente baja educación y actividad criminal en Argentina durante la década de los ’90, al demostrar que el aumento del desempleo y de la desigualdad en la distribución del ingreso—factores asociados a la educación— tuvieron un significativo impacto positivo sobre el aumento en la tasa de criminalidad.

Chile no parece ser una excepción. Según una encuesta a reclusos realizada por la Fundación Paz Ciudadana y Adimark, el nivel educacional de las personas condenadas a prisión en Santiago es bajo: un 74% tiene sólo educación básica o es analfabeta. Por su lado, un estudio dela Fundación Paz Ciudadana (2002),

apoyándose en la opinión experta, indica que existe una relación entre delincuencia y deserción escolar, aún si bien no habría resultados empíricos concluyentes. Se trataría, en cualquier caso, de un potencial de riesgo más alto: "los desertores escolares tienen mayores probabilidades que el resto de la población de encontrarse en situaciones de exclusión odesintegración social, entre las que se encuentran tanto la cesantía como la drogadicción, la falta de participación en la sociedad civil y la comisión de delitos." La teoría económica ha buscado explicar este vínculo entre déficit educacional y actividad delictiva mediante tres hipótesis (Lochner, 1999; Lochner y Moretti, 2001; Buonanno, 2003): • • Primero, que la mayor escolarización incrementalas tasas de retorno privado a las ocupaciones legítimas, elevando con ello el costo de oportunidad de incurrir en conductas ilegales. Segundo, que la educación ejerce un efecto “civilizatorio”, de socialización en las pautas culturales legítimas de la sociedad, alterando así las preferencias por actividades contrarias al orden social y/o aumentando la aversión al riesgo. Tercero, que el solo hechode estar estudiando (independientemente del nivel de escolarización alcanzado) reduce el tiempo disponible para producir actividades delictivas.

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Aunque los resultados no son definitivos, ni están exentos de controversia, los mismos autores avanzan un buen trecho en corroborar estas hipótesis. Así, por ejemplo, Lochner y Moretti (2001) concluyen que diferencias en las tasas de...