Educacion Popular Y Educacion De Jovenes Y Adultos
reflexiones sobre un diálogo complejo entre tradiciones
diversas
Florencia FINNEGAN
El presente trabajo se propone plantear algunas cuestiones e interrogantes en torno a
las articulaciones entre el marco político pedagógico de la Educación Popular (EP),
sus discursos y prácticas, y el vasto campo de la Educación de Jóvenes y Adultos(EDJA), en América Latina, con particular referencia a nuestro país. No se realiza al
respecto un análisis exhaustivo, el que ameritaría, al menos en la Argentina, procesos
de investigación específicos, sino que se despliegan una serie de reflexiones
destinadas a plantear líneas de debate e, insisto, eventualmente de indagación.
Considerando que tanto la EDJA como la EP constituyen en sí mismascampos
complejos y de marcada diversidad, se aclara que para la producción de este texto ha
sido considerado un conjunto acotado de fuentes documentales. Estas provienen, por
un lado, del ámbito de la EP en América Latina, de sus redes, organizaciones y foros,
principalmente del CEAAL y de la Red Confluencia de la Argentina. También se han
consultado los estudios que el CREFAL ha impulsado recientementede cara a la
CONFINTEA VI, consistentes en estados de situación de la EDJA en los países y en la
región de América Latina y el Caribe. Al mismo tiempo, este texto retoma algunas
voces provenientes de organizaciones y movimientos sociales que desarrollan
procesos educativos con jóvenes y adultos, que ellos mismos inscriben en el marco de
la EP. Como se observa, se trata de un universo deperspectivas que de ninguna
manera agotan la multiplicidad y complejidad de la problemática y que, en
consecuencia, configuran un insumo para la discusión.
La Educación Popular, un campo político pedagógico diverso
Existe coincidencia en señalar que, en la región, la EDJA fue y es influenciada, entre
otros aportes, por las contribuciones que el movimiento de Educación Popular realizó
al pensamientopedagógico y a la historia política reciente. Sin embargo, esta
influencia varía en función del diverso grado de inserción de las experiencias en el
sistema educativo y según se trate de políticas públicas o de iniciativas no
gubernamentales.
Una mirada regional permite postular que en la actualidad, en el ámbito de las
organizaciones sociales y no gubernamentales, “el paradigma de la EP continua
siendola principal referencia de las prácticas de formación para la ciudadanía
democrática”1, en alusión a un complejo entramado de iniciativas que involucran el
trabajo pedagógico con sujetos jóvenes y adultos. Este proceso se ha configurado
articulado con los procesos de resistencia a las políticas neoliberales, en cuyo marco
“las prácticas en torno a la exigibilidad y justiciabilidad de los derechosvienen
1
Di Pierro, María Clara, “Notas sobre la trayectoria reciente de la Educación de Personas
Jóvenes y Adultas en América Latina y el Caribe. En: Caruso, A., Di Pierro, M., Ruiz, M.,
Camilo, M. (2008), Situación presente de la educación de personas jóvenes y adultas en
América Latina y el Caribe. Informe regional, México, CREFAL/ CEAAL
1
concretizando nuevas posibilidades de acción entorno a la garantía de derechos
económicos, sociales, culturales y ambientales”2.
De esta forma, es posible identificar en la década pasada una relativa tendencia a la
recuperación de la EP como referencia para políticas y prácticas que pueden ser
consideradas de EPJA. Esta presencia se registra principalmente en las iniciativas que
desarrollan actores sociales fuera del ámbito estatal, aunquetambién marca algunas
de las políticas y programas impulsados por los gobiernos, fenómeno vinculado al
declarado signo progresista de algunos de ellos. Mayormente en este período,
organizaciones y personalidades referentes de la EP priorizan la incidencia en políticas
públicas y acceden a cargos de gobierno o al ámbito parlamentario con el propósito de
influir en el debate público sobre educación,...
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