educacion
escuela obligatoria
Angel I. Pérez Gómez
[16] Teniendo en cuenta las características de la sociedad española contemporánea, la movilidad del
mundo laboral la riqueza y omnipresencia de los medios de comunicación la transformación
acelerada del pensamiento, hábitos y conductas sociales dominantes y el desarrollo acelerado del
conocimiento, pareceevidente que la responsabilidad de la escuela no puede restringirse, en las
complejas sociedades contemporáneas, a la transmisión más o menos lineal de los conocimientos e
informaciones que produce la comunidad y que se organizan y simplifican en módulos académicos
para su aprendizaje secuencial. El reto pedagógico actual de la escuela se sitúa principalmente en la
formación del pensamiento y en eldesarrollo de las actitudes y capacidades para actuar
racionalmente.
[17] El niño en la sociedad postindustrial vive y se desarrolla saturado de
estímulos, atosigado por trozos de información generalmente fragmentaria y
desintegrada cuyo sentido para la elaboración de una visión general de la vida, la
naturaleza
y
la
sociedad
normalmente
se
le
escapa.
El
déficitdel
niño
contemporáneo (con la obvia excepción del que pertenece a las capas sociales más
desfavorecidas y marginales) no se encuentra ni en la cantidad de información, ni
en el grado de desarrollo de sus habilidades, ni incluso en el nivel de adquisición de
las materias instrumentales. Sus carencias fundamentales se sitúan a mi entender
en el sentido de sus adquisiciones y en el valorde las actitudes formadas.
Por otra parte conviene destacar una vez más la permanencia, si no la
agudización,
en
las
sociedades
avanzadas
de
la
desigualdad
social.
El
convencimiento de que vivimos en sociedades formalmente democráticas, pero
económica, social y culturalmente recorridas por la desigualdad, la discriminación y
la injusticia, debe obligar a pensar laescuela en términos que permitan la atención
a las diferencias individuales y grupales y promuevan la supresión, o disminución de
los efectos de la injusta desigualdad (Goodman, 1992; MacLaren, 1987).
Refiriéndonos a la enseñanza obligatoria en España (0-16, a partir de la
implantación definitiva de la LOGSE), una enseñanza no selectiva, cuyo objetivo
central es la formación básica delciudadano para que pueda intervenir activa y
autónomamente en los asuntos que le competen y afectan como tal, el problema de
las desigualdades de origen en el desarrollo temprano plantea a la escuela la
necesidad de profundizar en el reto anterior. En el proceso didáctico orientado a
provocar la reconstrucción del conocimiento vulgar no sólo es necesario atender la
diversidad individual quediferentes contextos y distintas biografías han ido
formando en los alumnos de un aula, será imprescindible hacer frente a la
desigualdad que se va a manifestar no ya en la dispersidad de informaciones
almacenadas, sino en la carencia de las mismas, en el déficit de habilidades básicas,
en el insuficiente grado de adquisición de las denominadas materias instrumentales
y, lo que en definitivapuede ser aun más grave, en la ausencia de motivaciones y
actitudes favorables a la continuidad del aprendizaje. Tales déficits se encuentran
sin duda amplificados por la extraordinaria distancia existente entre la cultura
habitual, familiar y social de los grupos sociales más desfavorecidos, y la cultura
académica que se trabaja en la escuela (Pérez Gómez, 1992).
1 La escuela y el desarrollodel pensamiento práctico
Para estos alumnos y alumnas, en particular, la función educativa de la escuela
debe orientarse en primer lugar a compensar y subsanar los importantes defectos
de su singular proceso de socialización. Por el clima cultural y social del medio en el
que se desenvuelve su vida, así como por la carencia de medios e incluso de
perspectivas y motivaciones para ofrecerles...
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