educacion

La sociedad no está cambiando, ya cambió. El culto a la razón y los ideales modernos están caducos. Las nuevas generaciones ya no persiguen el sueño americano, porque saben que no existe. Y esto,no se limita a los Estados Unidos, en México estamos familiarizados con lo tristemente famosos ‘ninis’, criticados ampliamente pero pocas veces comprendidos. Mientras que de nosotros, estudiantesuniversitarios, se puede decir que solo estamos enfilando al matadero del mercado laboral. Donde el empleo que se me prometió desde pequeña, la zanahoria al final de la vara que he perseguido todo estetiempo, es solo eso: una zanahoria. Lo veo a diario en los pasillos de la facultad, expresiones vacías de sueños y repletas de inconformidad que descargan su ira en consignas dirigidas a un gobierno quedesde hace tiempo no los representa. La desilusión respecto a las instituciones democráticas, producto de la crisis de representatividad, se hace palpar en cada rincón de nuestra institución. Jóvenes,espíritus nuevos, deambulan por la vida perdidos en las drogas, sin un marco de referencia al cual sujetarse, la crisis de los valores de la posmodernidad se expresa a través de la juventud mexicana.Sin mencionar a los millones de internautas y televidentes viviendo vidas en-ajeno, desdeñando la realidad por lo poco que esta puede ofrecerles. Somos la ‘generación fronteriza’, una juventudextraña, ajena y desconectada la realidad; que por estandartes lleva ‘la imagen electrónica, la cultura popular y la indeterminación’. Relegados creadores de cultura sin espacio para expresarnos más que losmuros en las calles y las redes sociales. Como ya dice Lipovetsky: Vivimos en ‘la era del vacio’.

Pero no todo está perdido, nosotros, pedagogos, tenemos en nuestras manos la llave para cambiar,primero nosotros y después a la sociedad. Se requiere que la pedagogía, como menciona el autor, reinaugure entre los jóvenes los ánimos de esperanza y oportunidad. Cambiar los ya débiles pilares de...