educacion
MAESTRIA: DOCENCIA
MATERIA: EVALUACION EDUCATIVA
TEMA: PATOLOGIA GENERAL DE LA EDUCACION EDUCATIVA
Septiembre 2014
Patología general de la evaluación educativa
Introducción:
El desarrollo curricular, lo podemos encontrar en un proceso evaluador de tres tipos: la evaluación diagnostica, la evaluación procesual y la evaluación de término. En el variadomundo de la educación, se realizan diversos procesos evaluadores del curriculum. Cada uno de los desórdenes que afectan a ese proceso puede ser estudiado en sus signos, por el que se produce este fenómeno.
La evaluación puede ser manejada para servir los intereses del docente ya que éste puede llamar “evaluación” a la operación que desee, puede evaluar aquello que le interese, en la manera ymomentos que él decida, con los instrumentos que considere oportunos, para utilizarla en los fines que su particular interpretación aconseje.
Si entendemos a la evaluación como un proceso complejo en su concepción, su desarrollo, en su utilización, difícilmente podrán ser discutidas las conclusiones. Los criterios que se aplican para la evaluación no siempre se ajustan a los patrones planeadospor el docente. Más aun, de una evaluación superficial ya que se pueden presentar explicaciones que muestran una determinada realidad, estableciendo nexos causales gratuitos.
En el texto encontramos subtítulos en los que se describen algunos aspectos de la evaluación y los veremos en seguida.
Desarrollo:
El protagonista en la evaluación vendría siendo el alumno, esté no parece concebir elcurriculum sin la evaluación del alumno. Los argumentos que se utilizan para avalar la ineludible necesidad de la evaluación del alumno no se aplican a otros elementos del curriculum.
A cada alumno se le asigna ene l expediente un valor numérico, su exclusiva responsabilidad. La calificación del alumno es el resultado de su capacidad y de su falta o derroche de esfuerzos. La evaluación seconvierte así en un proceso conservador. La distinción socorrida de evaluación suficiente y evaluación satisfactoria viene a poner de manifiesto otro flanco de patología.
La etiquetación que se obtiene por la evaluación educativa figura estampada en impresos, debidamente rubricada por la autoridad académica. Lo cierto es que, en este mecanismo, sólo se incluye al alumno, quiera o no, quedando muchosotros responsables del proceso educativo sin esa consideración evaluadora. Los resultados se deben de tener en cuenta dentro del proceso evaluador. En definitiva, no sólo importa qué es lo se ha conseguido, sino el cómo, a qué precio, con qué medios, con cuántos medios, con cuántos esfuerzos, a qué costa, para qué fines.
El proceso de enseñanza-aprendizaje se realiza sobre un cuerpo deconocimientos autónomos. Aprender a aprender es un slogan, porque sólo se aprende aprendiendo. No se puede rechazar el aprendizaje de contenidos. Porque son necesarios para articular el pensamiento, para adaptarse a la realidad y para poder manejarla.
Limitarse a la evaluación de conocimientos supone un reduccionismo escandaloso. Existen otra serie de pretendidos logros que no se contemplan debidamenteen el proceso evaluador: actitudes, destrezas, hábitos y valores.
Existen efectos que no son directamente observables, suelen pasar inadvertidos a los ojos del evaluador. Se podría objetar que no es posible evaluar los efectos no observables. No es así. Lo no observable no es equivalente a lo no existente. Estas dimensiones de la evaluación exigen, la utilización de técnicas de exploraciónadecuadas al intento de llegar a descubrir e interpretar lo oculto del curriculum y de sus resultados.
En el mismo lenguaje descubre la actitud predominante: “corregir” significa: enmendar lo errado. Una evaluación rigurosa requiere un tratamiento holístico de los fenómenos y de los productos.
Es un error “someter” a los alumnos o a los profesores de un centro o a los coordinadores de una...
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