Educacion
Esta paradoja tiene que ver fundamentalmente con lo que ha sido y es su formación. Históricamente el profesor ha transitado por dos clases de instituciones: Las Escuelas Normales, donde el predominio del método ha limitado el sentido de su acción social a un saber hacer; y en las Facultades de Educación, donde el predominio de orientacionesprofesionalizantes le ha asignado la función de administrar procesos curriculares e institucionales normativizados. De hecho esta doble vía de formación, establecida funcionalmente para responder a “las exigencias cambiantes del desarrollo económico y social del país”, y mediatizada por los intereses y las relaciones de poder predominantes en cada época, corresponde a otro aspecto de la paradoja: la escisión deuna profesión, entre profesores y licenciados.
Esta escisión -iniciada en los años treinta- se hace más evidente a partir de los años sesenta, cuando “puede decirse que factores relacionados con la multiplicación de las Facultades de Educación, -como respuesta a la expansión y especialización del sistema educativo-, así como la introducción de la Tecnología Educativa, la fragmentación de lossaberes en torno a la educación y la pedagogía, y la baja calidad de muchas de las instituciones, dificultaron las posibilidades de que el profesor que se formaba en el nivel universitario, lo hiciera como un intelectual que domina los saberes específicos, los sistematiza y proyecta a la luz de su formación pedagógica, al tiempo que es capaz de ubicar su acción dentro de un entorno social y culturalespecífico ... De este modo se desdibuja su identidad profesional y el campo de su acción se amplía a titulados que provienen de distintas áreas profesionales, los cuales empiezan a dictar clases en el nivel secundario, normalista y universitario, sin ningún requisito de formación pedagógica”.56
De esta manera, y al amparo de normatividades estatales excesivamente flexibles respecto
a quienespueden ejercer la profesión docente, distintas personas se disputan con el profesor el
ámbito de la enseñanza. Si no existen criterios claros que delimiten el ejercicio de la profesión y definan su función social desde un saber y un quehacer específico alrededor del cual pueda construir su identidad, entonces surge inevitablemente la pregunta: ¿ para qué profesores ? Esta pregunta nos lleva acentrar el análisis en las instituciones formadoras de docentes, específicamente en las Facultades de Educación, y en el tipo de formación que en ellas se imparte, porque es el ámbito donde “podemos recoger las experiencias históricamente acumuladas, apropiarnos creativamente del saber que allí se ha sedimentado, y a la luz de nuestras actuales circunstancias históricas, construir un nuevo modelo deformación en el que se recupere, o se resignifique la identidad del profesor como intelectual, como profesional de la enseñanza y del saber pedagógico”.57
La problemática ha sido diagnosticada y evaluada suficientemente en las últimas décadas, desde distintos ámbitos y perspectivas de análisis, arrojando una producción considerable de estudios y documentos de diversa índole que tratan de dar...
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