Educacion
A esta mujer le tocó vivir el terror de ladesaparición de miembros de su familia durante la dictadura militar en Guatemala, su país de origen. Su lucha por la reivindicación de los derechos humanos en su tierra la hizo merecedora del Premio Nobel de la paz en 1992.
Rigoberta, mujer bajita, de tez morena, de andar sereno, de rasgos mayas, de mirada profunda, de voz maternal, y con un discurso franco, salido del corazón y con la experienciade toda una vida de lucha social, cautivó por espacio de varios minutos a los morelianos que nos dimos cita este martes 15 de septiembre, día de la Ceremonia por la Paz, que se desarrolló en la explanada de la Plaza Melchor Ocampo, donde hace un año estallara la sin razón y la barbarie, sembrando dolor, muerte, incertidumbre y marcando para siempre los comienzos de una nueva centuria en esta tierrapurépecha.
Esta mujer a lo largo de su vida ha recibido un sinnúmero de galardones y reconocimientos, entre los que destacan, por mencionar algunos: el Premio Nobel por la Paz, en 1992; Premio de la UNESCO “Educación para la paz”, en 1990; Premio Príncipe de Asturias de cooperación internacional, en 1998; Premio Iberoamericano José Martí, en 2002; Condecoración “Legión de Honor en el máximogrado de comandante”, otorgado por el presidente francés Jacques Chirac, en 1996; Premio Internacional Libertad, otorgado por el Museo Nacional de los Derechos Civiles, de Estados Unidos, en 2002; así como más de 20 doctorados Honoris Causa otorgados por universidades de América Latina, Europa y Asia. Por otra parte Rigoberta Menchú Tum es presidenta de la fundación que lleva su nombre, fundadora ypresidenta de la Iniciativa Indígena por la Paz; embajadora de Buena Voluntad de la ONU en el Año Internacional de los Pueblos Indígenas; embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO en junio de 1996; ha convocado y organizado reuniones cumbre de pueblos indígenas en Guatemala y México; impulsó la aprobación de Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas en la Conferencia Mundial de DerechosHumanos en Viena, Austria, en 1993; presidenta de la Primera Cumbre de Mujeres Indígenas de América, en diciembre de 2002, entre otras actividades y reconocimientos internacionales importantes. Perdón por resumir la currícula de Rigoberta Menchú; me obligó la ignorancia y el cuestionamiento de algunos comunicadores desautorizando la presencia de esta gran mujer en Morelia.
La visita de RigobertaMenchú en Morelia, por segunda ocasión, pero por motivos diametralmente diferentes, nos exige una reflexión sobre el mensaje que expresó a los michoacanos en esta última visita. Cabe mencionar que la primera vez que estuvo esta mujer indígena en nuestra ciudad fue con motivo de la presencia de una delegación de la UNESCO de Naciones Unidas para valorar la herencia histórica, cultural y la riquezaarquitectónica de Morelia, previo a la declaratoria de Morelia, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Este martes la Premio Nobel en su mensaje hizo un llamado a las familias de víctimas del atentado del año pasado, a no claudicar en la exigencia de justicia para que se castigue con todo el peso de la ley a los responsables de estos hechos, hoy confesos y recluidos en un penal de alta seguridad.Por otro lado hizo un llamado al replanteamiento del rol tradicional de la muerte, que ha degenerado en temor a los difuntos, invocando el rescate de lo sagrado y revalorando la dimensión donde se encuentran estos espíritus, ya que cuando éstos se llaman, nos escuchan, nos guían y nos dan luz. En otra parte de su mensaje y en relación al miedo que se pretendió imponer a la sociedad michoacana...
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