Educacion

Educación, productividad y empleo: el futuro
ANTONIO ALONSO C. L a diversidad es, dicen, mecanismo indispensable para sobrevivir, en particular en tiempos cuando el ambiente cambia con rapidez, y los nuestros son y muy probablemente seguirán siendo de esos tiempos. Sin duda tener una visión única del mundo es más pobre, menos divertido y, lo que horroriza más hoy, quizá incluso menos productivoque ver el mundo desde diferentes ángulos, con diferentes paradigmas. La reflexión sin dialéctica, sin dudas, sin intentar precisar y confrontar ideas divergentes, es ejercicio vacío o, pero aun, puede ser aplauso autocomplaciente. Por ello me inclino a pensar que en toda sopa conviene que haya al menos una mosca y en todo arroz al menos un frijol negro. Así sea, pues,... creo. Se suele pedir, porotra parte, a quienes se exponen en un coloquio como éste, no sólo que tengan ideas, sino que además las presenten de manera ordenada y redonda. En mi caso, como pedirle peras al olmo, conformémonos con un popurrí. Así sea, pues. En lo que sigue exagero (en imágenes, que no en las cifras, y caricaturizo), por aquello de que quien no exagera no tiene nada que decir. Sobresimplifico, sin duda, peroquien esté libre de esa culpa que tire la primera piedra. El futuro, el planetario, probablemente estará caracterizado por tres rasgos generales, que irán cobrando cada vez mayor importancia: el cambio, la interrelación y la complejidad. Unas cuantas palabras sobre cada uno de ellos. Si hasta ahora la humanidad estuvo acostumbrada a transitar de un largo periodo de estabilidad aparente a otro através de un periodo de turbulencia relativamente corto, de ahora en adelante quizá haríamos bien en hacemos a la idea de que nos moveremos de un largo periodo de cambio y turbulencia a otro a través de periodos cada vez más cortos de estabilidad. Hoy nuestra falta de costumbre nos empuja a querer estabilizar el mundo, gastando a menudo inútilmente enorme energía en ello, en lugar de aprender aadministrar el cambio, a navegar sobre las turbulencias y sacar provecho permanente de ello. Y así es, a pesar de que a grandes saltos, en periodos cortos de grandes cambios, es como el hombre ha escalado peldaños en su espiral de aparente progreso. Hoy, como nunca antes, crecen y proliferan los vínculos y relaciones entre un creciente número de componentes de todos los sistemas. Los distintosámbitos del quehacer humano se fusionan unos con otros cada vez más. Las claras relaciones entre hechos que ocurren en geografías distantes (los efectos tequila, dragón o samba son ejemplo de ello), entre sectores económicos, entre la economía y la ecología y la política, etcétera, nos sorprenden por la frecuencia con que las detectamos y la fortaleza con que se manifiestan. No es casual que desde hacealgunas décadas hayan empezado a ser insuficientes los profesionales unidisciplinarios y hayan empezado a proliferar los combinados: los fisicoquímicos, los bioquímicos, los bioingenieros, la optoelectrónica y hasta la ingeniería financiera o la ingeniería social. No siendo ello suficiente, insistimos en

la necesidad de aprehender nuestra realidad a través de grupos multi o transdisciplinarios.Y habiendo crecido el número de componentes del sistema mundo y el número de relaciones entre ellos, nuestro universo inmediato (y el que no lo es tanto) se nos ha hecho cada vez más complejo, al grado de que nuestras teorías y modelos para explicarlo son cada vez más cortos como herramientas útiles. Hoy hay voces que proponen la necesidad de crear una ciencia de lo complejo y quienes loscorrigen asegurando que la complejidad es tan compleja y tan variada que una ciencia tal no basta, y que más bien las requerimos en plural. Educación, productividad y empleo y los vínculos entre ellos no escapan de esta realidad. Si lo primero que podemos decir es que los tres están relacionados y se condicionan entre sí, también podemos afirmar que la naturaleza de cada uno y lo que entendemos por...