educacion
Yen el esfuerzo de abolir los abusos del pasado, ahora somos los más delicados y comprensivos, pero a la vez los más débiles e inseguros que ha dado la historia.
Lo grave es que estamos lidiando conunos niños más “igualados”, beligerantes y poderosos que nunca existieron.
Parece que en nuestro intento por ser los padres que quisimos tener, pasamos de un extremo al otro. Así que, somos los últimoshijos regañados por los padres y los primeros padres regañados por nuestros hijos. Los últimos que le tuvimos miedo a nuestros padres y los primeros que tememos a nuestros hijos. Los últimos quecrecimos bajo el mando de los padres y los primeros que vivimos bajo el juego de los hijos. Lo que es peor, los últimos que respetamos a nuestros padres, y los primeros que aceptamos que nuestros hijos nonos respeten.
En la medida que el permisivismo reemplazo al autoritarismo, los términos de las relaciones familiares han cambiado en forma radical, para bien y para mal.
En efecto, antes seconsideraban buenos padres a aquellos cuyos hijos se comportaban bien, obedecían sus órdenes y los trataban con el debido respeto. Y buenos hijos a los niños que eran formales y veneraban a sus padres.
Peroen la medida en que las fronteras jerárquicas entre nosotros y nuestros hijos se han ido desvaneciendo, hoy los buenos padres son aquellos que logran que sus hijos los amen, aunque poco los respeten.Y son los hijos quienes ahora esperan el respeto de sus padres, entendiendo por tal que les respeten sus ideas, sus gustos, sus apetencias, sus formas de actuar y de vivir. Y que además lespatrocinen lo que necesitan para tal fin.
Como quien dice, los roles se invirtieron, y ahora son los papás quienes tienen que complacer a sus hijos para ganárselos, y no a la inversa, como en el pasado....
Regístrate para leer el documento completo.