Educacion
Por: Antonio Pérez Esclarín
Centro de Formación P. Joaquín, Fe y Alegría-Venezuela
Maracaibo, Agosto 2002
Son ellas lo primero que aprendimos en la escuela: a, e, i, o, u. Tal vez nos traigan cadencias musicales y recuerdos de infancia. Están presentes en todas las palabras. Sin ellas no esposible la expresión ni la verdadera comunicación; no es posible el pensamiento.
Para la necesaria construcción de la pedagogía popular de Fe y Alegría, voy a dejarme guiar por las cinco vocales y espigar en torno a ellas unas pocas palabras claves, que espero nos ayudarán a afianzar una serie de principios pedagógicos sencillos, esenciales y fáciles de recordar. Sobre ellas, podemos construirsesudas elucubraciones y teorías. Sin ellas, todo puede resultar erudición hueca y estéril. No olvidemos nunca que lo culto es sencillo. Yo pongo las vocales. Que cada uno ponga los acentos,
A
Amor: Es el principio pedagógico esencial. Amor se escribe con “a” de ayuda, apoyo, ánimo, acompañamiento, amistad. El educador es un amigo que ayuda a cada alumno, especialmente a los más débiles ynecesitados, a triunfar, a crecer, a ser mejor. El amor crea seguridad, confianza, es inclusivo, no excluye a nadie. Es paciente y sabe esperar, por eso respeta los ritmos y modos de aprender de cada uno y siempre está dispuesto a brindar una nueva oportunidad. Amar no es consentir, sobreproteger, alcahuetear, dejar hacer. El amor no crea dependencia sino que da alas a la libertad e impulsa aser mejor. Busca el bien-ser y no sólo el bienestar de los demás. Ama el maestro que cree en cada alumno, lo acepta y valora como es, con su cultura, sus carencias, sus talentos, sus heridas, sus problemas, su lenguaje, sus sueños, miedos e ilusiones; celebra y se alegra de los éxitos de cada alumno aunque sean parciales; y siempre está dispuesto a ayudarle para que cada uno llegue tan lejoscomo le sea posible en su crecimiento y desarrollo integral. Además de amar a sus alumnos, el verdadero educador ama la materia que enseña (por ello siempre está buscando, investigando, actualizándose) y ama el enseñar, es educador por vocación.
¿Quiero realmente a todos y cada uno de mis alumnos, especialmente a los más débiles y necesitados? ¿Se sienten ellos queridos por mí? ¿Preparo conilusión mis clases y me actualizo continuamente para desempeñar mejor mi labor? ¿Cuál –y cuándo- fue el último libro que leí sobre los contenidos que enseño o sobre pedagogía? ¿Qué debo mejorar en mi práctica educativa para practicar con mayor énfasis la pedagogía del amor?
Alegría: Si hay alegría, hay motivación, hay deseos de aprender. Si en los centros educativos brilla la alegría, habremosconseguido lo más importante. Debemos buscar y meter la alegría en todas las actividades que planificamos y hacemos. Las aulas y todos los recintos escolares deben invitar a la alegría y ser atractivos en lo físico y en el ambiente irradiador de aceptación, comprensión, ayuda. La educación actual es demasiado fastidiosa y aburrida. Muchos alumnos desertan porque no encuentran en el centroeducativo respuesta a sus intereses, preocupaciones y problemas. El objetivo principal de las planificaciones, debe ser tener a los alumnos motivados y contentos. Hay que volver al saber con sabor, a la escuela (scholé) como lugar del disfrute en el trabajo gratificante y compartido. Quedan prohibidas las caras largas, las palabras ofensivas y desestimulantes, las amenazas, los ejercicios tediososy aburridos, las memorizaciones sin entender, los aprendizajes sin sentido. Atrevámonos a proponer y vivir el servicio como fuente de alegría. No olvidemos nunca que “ser más es el camino a la perfecta alegría”.
¿Me considero un educador ameno o aburrido? ¿Qué opinarían los alumnos? ¿Disfruto de mi trabajo educativo? ¿Tengo problemas serios de disciplina, cómo los enfrento? Cuando...
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