Educación en el tiempo libre
En nuestra sociedad se dedica mucha energía a alentar el ocio consumista. Resulta muy difícil salir a dar unpaseo o pasar la tarde de un domingo con los hijos sin gastar dinero, pues hay una invitación continua a ello.
Estamos en la civilización del ocio e igual que uno se prepara para el ejercicio decualquier profesión, también se necesita educar a los hijos para utilizar de forma beneficiosa su tiempo libre.
La jornada escolar suele completarse con las “actividades extraescolares”. Éstas puedenser útiles si no se abusa de ellas, si sirven para desarrollar algún aspecto personal y si no se convierten en una asignatura más; además, deben tener un carácter lúdico y ser elegidas por ellos. Si sefuerza o se manipula a un niño para que realice una actividad que no le atrae mucho, es bastante probable que el interés por ella disminuya en poco tiempo o acabe odiando dicha actividad.
Lamisión de los padres estará dirigida a mostrarles distintas posibilidades: deportivas, artísticas, para conocer la naturaleza..., teniendo en cuenta las necesidades e intereses de sus hijos. Conviene tenerclaro, a la hora de elegir actividades, que los padres no pueden trasladar a los hijos sus propias frustraciones y pretender que hagan aquello que a ellos les hubiera gustado hacer. También va bienromper con planteamientos sexistas: ballet para las niñas y fútbol para los niños.
Al hablar del tiempo libre es preciso recordar la importancia de reservar un tiempo, exclusivo y diario, para quelos hijos se relacionen y hagan cosas con sus padres y, así, cuidar el campo emocional. Y, por supuesto, los chicos necesitan también momentos para hacer otras actividades que les interesen: juegos,...
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