Educación permanente

Universidad Central de Veracruz.  Maestría en Educación.  Educación Permanente  Alejandro Christian Montoya Quiroz. 
Notas preliminares para un programa de educación permanente en participación ciudadana. Escuela y contexto “Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo.” (Carlos Marx, Tesis sobre Fuerbach) El hecho de iniciar elpresente texto con una cita que bien puede ser tachada de multicitada, anacrónica, descontextualizada y hasta retrograda es totalmente intencional. El ser humano atestigua su proceso de alienación y reificación: culpamos a todos de todo, pero no aceptamos responsabilidad alguna porque no nos vemos como constructores de los procesos, por ejemplo: hablamos de lo machista de nuestra cultura y hastade la incultura de nuestro pueblo. Cuando hablamos de educación solemos, como docentes, dar por sentado que sabemos de antemano qué es la educación, hablamos de esta manera de su función, de su condición social, de su institucionalización, de sus agravantes y sus carencias, de los nuevos modelos y de los viejos, pero sólo desde una perspectiva interpretativa y contemplativa a manera de las formasen que los jóvenes hegelianos, según Marx, interpretaban el mundo, desde luego muchas veces, la gran mayoría de nosotros, sin siquiera pensarlo o estar conscientes de las implicaciones de nuestras afirmaciones y prácticas. Aunado a esto, muy pocas veces o muy raras veces en realidad, hacemos algo por nuestra labor, llegando incluso a fetichizar la escuela y la sociedad, alienándonos yreificándonos, deshumanizándonos (Bejí, 2005) de ellas. Las responsabilizamos de todo y de todos, exigimos su cambio, su transformación, pero ¿y nosotros qué, nuestro entorno qué? Al iniciar la presente propuesta de educación permanente, debemos partir de un hecho concreto, el proceso educativo lo construimos los seres humanos, por lo que están presentes en él esquemas interiorizados de cada sujeto y de lasociedad en general. Estos esquemas son construidos por elementos económicos, políticos y culturales que los seres humanos incorporamos a los largo de nuestra vida, tanto de instituciones como de otros seres humanos. Esto implica que la función más básica de la educación institucional es contribuir a los procesos de individualización y socialización mediante una acción intencional, sistemática yplanificada, por lo que debemos centrarnos en sus dimensiones institucionales, procesuales, sociales e individuales. Pero al mismo tiempo es necesario llevar dicho análisis a la sociedad misma, que es donde realmente se vive y respiran los efectos de la educación institucionalizada. Es decir, verla inmersa en el marco de relaciones económicas, políticas y culturales pero en una pluralidad de nivelesque involucren al individuo, a la sociedad y a la especie. (Morín, 2005) Para lograrlo debemos partir de considerar a la educación no sólo como una mera labor institucional y con alcances de conocimiento repetitivo y acumulativo de función estéril, sino como una llave no de acceso al siglo XXI, sino de acción en el presente siglo, que nos conduzca a actuar sobre las tensiones que hay que superar:mundial - local, universal - singular, tradición - modernidad, largo plazo - corto plazo, competencia - igualdad de oportunidades, espiritual - material. (Delors, 1996)

Es en estos señalamientos y esta apertura hacia la complejidad de la vida cotidiana, que la práctica educativa no puede verse articulada exclusivamente al estado, sino en relación a un conjunto de prácticas objetivas y subjetivaspermeadas por intereses económicos, políticos y culturales que articulan distintos campos en ejes verticales y horizontales que cruzan relaciones dialógicas de distinta índole como lo son lo local – global, privado – público, dominantes – dominados, entre otros. Se debe romper con la teorización determinista de la educación como consenso ideológico y de la práctica educativa como una acción...