Educar En Tiempos Como Estos
Opinión
ATres Manos
Miradas múltiples para el diálogo
Educar en tiempos como estos
Jorge Atanasio Alegre
La influencia de la eradigital no ha encontrado todavía un cauce conveniente. A comienzos de la década de los veinte advertía el filósofo Ortega y Gasset que para enseñar se necesitaba un alumno, un maestro y, en ocasiones,unlibro. En una sociedad mundializada, altamente tecnificada, a merced de crisissociales y económicas, el asunto consiste en adecuar ahora la educación a laépoca.
El alumno que accedía en tiempos deOrtega a las primeras letras provenía, en 90%, de la llamada esfera rural. Ello suponía que conocía los ciclos de las cosechas, y tenía, por tanto, una idea vivencial de la ecología de la que careceelniño actual que, en 95%, proviene de los grandes núcleos urbanos.El niño actual forma parte de esa generación conocida como la de los digitalnatives. Ha sido formateado por los medios y, en buena parte,por lapublicidad que trasmiten. Ello no es gratuito en todo caso.
Si se tiene en cuenta que la duración de las imágenes en la pantalla es de sietesegundos, y de quince el tiempo de respuesta, elalumno actual arrastra undéficit importante en su capacidad de atención, ya que esta forma de acceder ala información no excita convenientemente la zona cortical ni implica en elproceso a igual númerode neuronas como lo haría la lectura de un libro. Deaquí provienen una buena parte de las dificultades que hoy tiene el alumnopara sintetizar e integrar las informaciones.
El niño suele utilizar elteléfono celular desde muy temprano; con el iPad y elSMS accede a mundos imaginarios sin precedentes: vive, pues, en un espaciotopológico creado por las técnicas digitales, mientras que sus padres lohacenen un espacio marcado por las distancias, el espacio métrico.Hasta 1970 el promedio del incremento de vocablos nuevos oscilaba cada 20años entre 4.000 y 5.000, de acuerdo con la Academia...
Regístrate para leer el documento completo.