Educar en tiempos de crisis - antonio perez esclarin
EDUCAR EN TIEMPOS DE CRISIS
Autor: Antonio Pérez Esclarín* pesclarin@cantv.net
CENTRO DE FORMACIÓN DE FE Y ALEGRÍA. MARACAIBO-VENEZUELA
* Doctor en Filosofía por la Universidad del Ecuador. Magíster Teología por el Woodstock College de Nueva York. Licenciado en Educación por la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez.Director del Centro de Formación P. Joaquín de Fe y Alegría, que coordina las políticas de investigación, formación docente y publicaciones. Coordinador del Proyecto de Formación de Educadores Populares en 14 países de América Latina, orientado a formar más de 25.000 educadores de Fe y Alegría. Investigador y Autor de Libros. Por estar muy convencido de que tanto la humanidad como la educaciónatraviesan una profunda crisis de orientación y de sentido, quiero comenzar mis reflexiones, con un ferviente llamado al coraje y la esperanza. Sobre todo en estos tiempos en que parecemos hundidos en una crisis interminable y sentimos que tanto el país como el mundo andan desrumbados, a la deriva. Vivimos en la total incertidumbre y desencanto, con una sensación de destierro, de orfandad, que nosahoga. En Venezuela, nos sentimos rotos, divididos, terriblemente polarizados. Donde las palabras, en vez de ser puentes que nos unen, son muros que nos separan y alejan. Palabras convertidas en rumor que sobresalta, en grito que intenta ofender y destruir. Palabras, montones de palabras muertas, sin carne, sin contenido, sin verdad. Dichas sin el menor respeto a uno mismo ni a los demás, para salirdel paso, para confundir, para ganar tiempo, para acusar a otro, sin importar que sea inocente, para sacudirse de la propia responsabilidad. Palabras con enfervorizados llamados al diálogo, sin verdadera disposición a encontrarse con el otro y su verdad. Por ello, hay diálogos que, en el mejor de los casos, son sólo monólogos yuxtapuestos, de los que se sale más escéptico, más herido, más dividido.Por eso, y no me cansaré de repetirlo, en Venezuela necesitamos con urgencia Aprender a Escucharnos. Escuchar antes de diagnosticar, de opinar, de juzgar. Escuchar no sólo las palabras, sino el tono, los gestos, el dolor, la frustración, la ira. Escuchar para comprender y así poder dialogar. El diálogo exige respeto al otro, humildad para reconocer que uno no es el dueño de la verdad. El que creeque posee la verdad no dialoga, sino que la impone, pero una verdad impuesta por la fuerza deja de ser verdad. El diálogo supone búsqueda, disposición a cambiar, a “dejarse tocar” por la palabra del otro. El diálogo verdadero implica voluntad de quererse entender y comprender, disposición a encontrar alternativas positivas para todos, opción radical por la sinceridad, respeto inquebrantable a laverdad que detesta y huye de la mentira. Necesitamos escuchar y también escucharnos. Escuchar nuestro silencio para ver qué hay detrás de nuestras palabras, de nuestros sentimientos, de nuestras poses e intenciones, de nuestro comportamiento y vida que, con frecuencia, ahoga nuestras
Educar en Tiempos de Crisis. Autor: Antonio Pérez Esclarín
palabras: (“El ruido de lo que eres y haces no medeja escuchar lo que me dices”); para intentar ir al corazón de nuestra verdad, pues con frecuencia, repetimos fórmulas vacías, frases huecas, mera retórica, e incluso nos hemos acostumbrado a mentir tanto que estamos convencidos de que son ciertas nuestras mentiras. En tal sentido, si a todos nos preocupa, y con razón, la terrible devaluación de nuestra moneda, debería preocuparnos todavía más,la devaluación de la palabra. Es imposible construir un país si la palabra no tiene valor alguno, si lo falso y lo verdadero son medios igualmente válidos, para lograr los objetivos. Por ello, necesitamos una educación que le devuelva a la palabra su valor, que la haga carne y la haga vida. Necesitamos aprender a hablar y escuchar palabras verdaderas, encarnadas en la conducta y en la vida. No...
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