Educar para libertad
Es en el ámbito educativo, desde la etapa primaria hasta el nivel medio; es donde el hombre aprende a vivir su libertad, a entender que su libertad termina donde empieza la del otro.Es a partir de la educación donde empezamos a formar a esa persona en minúsculas, por la tierna edad en que ingresa; hasta sacarla a actuar en la sociedad, convertida ya en persona con mayúsculas, porel tiempo transcurrido dentro de las instituciones educativas junto a docentes y padres.
Es responsabilidad nuestra como docentes, como institución educativa, responder a la llamada del otro, de laotra persona que exige nuestra atención, respeto y poder vivir en integridad.
Es por eso que en la siguiente página veremos cómo, tenemos que educar para la libertad, e instruir a los alumnos aentender la libertad, pero el aprendizaje se tiene que adecuar a como ellos les guste o como se puedan divertir.
EDUCAR PARA LA LIBERTAD
La educación siempre implica una cierta forma deobligación: los niños preferirían estar jugando, en vez de verse forzados a comprender cosas que los adultos consideran importantes y de que se les impongan hábitos sociales como la limpieza y la puntualidad.La curiosidad del niño es más inmediata y nada ordenada: entonces la educación debe partir de su propia curiosidad y desarrollarla.
La vía para llegar a ser libre y autónomo plantea unaincoherencia: se logra a partir de una serie de coacciones instructivas, de una habituación a ciertas maneras de obediencia que brindan conocimientos para poder responsabilizarse detrás de sus decisiones.La educación fabrica adultos de acuerdo con modelos previos que a veces se le proponen y en ocasiones se le imponen, pero con el propósito de mostrarle modelos distintos a los televisivos.Cualquier proceso educativo necesita algo de disciplina es decir, obligar al niño a atender a lo que se le propone y hacer los ejercicios que se le solicitan; sin embargo, no hay que confundir escuela...
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