educar para un cambio


EDUCAR PARA UN CAMBIO
Como formadores de niños y adolescentes, muchas veces nos interrogamos acerca de cómo educar en una situación de desanimo generalizado en la que, acerca del presente y delfuturo, los jóvenes escuchan frases tales como “este país no da para mas”, “no hay trabajo en ningún lado”, “para que habré estudiado tanto tiempo esta carrera”, “acá nadie hace nada”, “ni bien puedame voy del país”.
En este contexto, en el que, además, los valores que promueve la escuela parecen caídos tristemente en desuso, ¿Cómo instalar un mensaje esperanzador? ¿Dignidad?, ¿justicia?¿Sensibilidad por el que sufre? ¿Solidaridad? Muchos de nosotros, adultos, crecimos escuchando estas palabras de boca de nuestros padres y maestros, y las adoptamos como propias.
Pero no son los términosque escuchan cotidianamente los adolescentes. Ellos, y hoy también nosotros, están acostumbrados a otras expresiones: corrupción, injusticia, impunidad, sálvese quien pueda, facilismo, negociado.Entonces ¿Cómo reinstalar aquellos valores?
Nos cansamos de escuchar que hoy los jóvenes no tienen ideales: me niego a creerlo. Ellos tienen sus propios ideales, como los hemos tenido nosotros a su edad,pero son los adultos quienes parecemos empeñarnos en cerrarles los caminos. Ellos, como muchos de nosotros, ya no creen fácilmente en las promesas de la mayoría de los dirigentes. Pero ¿es posibledemostrarles que hay adultos en cuya palabra pueden confiar?
¿Cuántos adultos estamos dispuestos a no mirar para otro lado y a comprometernos con las necesidades de nuestros jóvenes?
Creo que loseducadores tenemos que asumir el desafío de generar una ámbito donde los chicos y las chicas puedan experimentar su capacidad de hacer, sientan que son la posibilidad y la esperanza de cambio. Y comprueben,además, que creemos en ellos, que los respetamos y que aun sostenemos aquellos términos habituales en nuestra adolescencia, aunque debamos reposicionarlos, o sea, “volver a ponerlos en su lugar”....