EDUCAR PARA UNA NUEVA SOCIEDAD
La educación es una responsabilidad que todas las personas compartimos. “Aquí está la emergencia educativa: ya no somos capaces de ofrecer a los jóvenes, a las nuevas generaciones, lo que es nuestro deber transmitirles. Nosotros estamos en deuda en relación a ellos también en lo que respecta a aquellos verdaderos valores que dan fundamento a la vida. Así termina descuidado yolvidado el objetivo esencial de la educación, que es la formación de la persona, para hacerla capaz de vivir en plenitud y de dar su contribución al bien de la comunidad. Por ello crece, desde diversos sectores, la demanda de una educación auténtica y el redescubrimiento de la necesidad de educadores que sean verdaderamente tales.”
Pensamos, finalmente, que la emergencia educativa que padece México,no deja lugar a justificaciones: o actuamos ahora, o las próximas generaciones nos lo van a reclamar con vehemencia y acritud. Quienes seguimos a Jesús, aún en este difícil escenario, proclamamos que hay Esperanza e invitamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a descubrir algunas razones para ello en las siguientes páginas. Por la Conferencia del Episcopado Mexicano:
MONS. CARLOSAGUIAR RETES Arzobispo de Tlalnepantla Presidente de la CEM
MONS. VICTOR RENÉ RODRÍGUEZ Obispo Auxiliar de Texcoco Secretario General de la CEM
MONS. ALFONSO CORTÉS Obispo de Cuernavaca Responsable de la Dimensión de Pastoral educativa
Primera Parte
UNA REALIDAD QUE NOS INTERPELA
Capítulo I
LA TAREA EDUCATIVA, RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
La cultura, por naturaleza se comunica, se crea y serecrea a través de la educación. El cambio cultural que experimentamos ya, exigirá su correspondencia en el campo educativo.
Cada etapa de la historia de la humanidad se distingue de las demás por el conjunto de certezas que a nivel cultural definen la vida de las personas y de los pueblos de esa época. El cambio de época actual tiene un impacto a nivel global en todos los ámbitos: económico,político, social, religioso, cultural, educativo, y “modifica valores y comportamientos en todo el planeta, impactando en las tradiciones y en la identidad de los pueblos“. Se dilata de manera exponencial a través del desarrollo de las tecnologías y los medios de comunicación, como es el internet, con capacidad de poner en contacto recíproco a personas, superar distancias e intercambiar información demanera inmediata.
El conjunto de avances científico-tecnológicos que hemos vivido las últimas décadas, han hecho que el mundo se vuelva más complejo y resulte difícil percibir su unidad. Se vive una realidad fragmentada. El problema cultural de fondo es que la vida de cada persona fluctúa cada vez más como caminando por su cuenta y se va alejando poco a poco de la pregunta por el significado y elmisterio de la existencia. La falta de sentido unitario de los factores que componen la realidad trae consigo una profunda fractura entre la fe y la vida.
El deseo de plenitud del ser humano a pesar de todo no se cancela. Por eso, cada persona continúa buscando sentido para su vida y no es extraño que vuelva a descubrir caminos que lo llevan a la dimensión religiosa como respuesta a las exigenciasde su corazón. “Ser los autores de una nueva síntesis entre la fe y la cultura de nuestro tiempo” El pueblo mexicano conserva tradiciones culturales muy vivas que ha heredado y conforman el modo en que miramos el mundo, lo interpretamos y nos enfrentamos a él. Dentro de esta pluralidad cultural, hay elementos valiosos de unidad e identidad nacional, la mayoría nacidos, justamente, de la fecristiana.
En nuestra Carta Pastoral para conmemorar el Bicentenario del inicio de la Independencia y el Centenario de la gesta revolucionaria en México, señalamos que “una buena parte de nuestro particular modo de ser como pueblo se encuentra marcado de manera directa o indirecta por los valores procedentes del cristianismo”. Esta situación “constituye un factor de empobrecimiento, no sólo para la...
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