EDUCAR SIN MIEDO Introducci n
Cristina Reta Bravo
Educar sin miedo
Claves para prevenir el Mobbing
y otros riesgos psicosociales
Editorial Bonum
INTRODUCCIÓN
No basta con que callemos y además no es posible callar.
Luis Rosales1.
Investigar sobre los grandes desafíos de la educación, comienza ciertamente
por el interés en algo, pero como dice Galtung (1995), “este algo tiene que ver con unomismo, tiene que venir de uno mismo, de la experiencia propia y de las relaciones con el
mundo que vivimos”. Luego, hablar sobre la violencia que se produce en las
instituciones educativas nos compromete profundamente, nos involucra en el
bienestar de las personas y de las instituciones donde debe producirse el “hecho
educativo”.
Hemos dedicado importantes espacios al bullying y al ciberbullying,ese
hostigamiento que ya sea blando o duro daña profundamente el desarrollo
personal y social de muchos estudiantes y el mismo clima institucional, pero hoy
también se hace necesario considerar, que el acoso psicológico que sufren muchos
1
Luis Rosales Camacho (1919-1992) poeta y ensayista español de la generación de 1936. Obtuvo
el Premio Cervantes en 1982 por el conjunto de su obra literaria.1
educadores en su ámbito laboral, puede condicionar la calidad de la tarea
formativa, su salud y en muchos casos, el continuar en las instituciones.
El acoso psicológico en el lugar de trabajo, es un fenómeno que en la mayoría de
las oportunidades comienza estratégicamente sutil, indeterminado y toma
desprevenido a aquellos que, por distintas razones, serán elegidos como presas
para serdominadas o exterminadas de manera sistemática.
No es desgaste profesional (burnout) pero puede confundirse con él. No es
sencillo advertirlo por lo indirecto de sus estrategias, pero los efectos son
devastadores. Las víctimas no tienen claro qué está sucediendo, los agresores
actúan silenciosamente, intentan no dejar huellas y por lo general los testigos son
cómplices o silenciosos cobardes.
Se puedehostigar con distintos argumentos, algunos incluso mostrando un
aparente altruismo, pero son estrategias que finalmente buscan derrumbar la
dignidad, llevando a que la víctima sufra en silencio, enferme o finalice su calvario
al abandonar la institución. No todos logran comprender que hay acciones y
palabras que esconden el ultimatum de “arrodíllate” o, “quiero que te vayas”, y
más allá de que enla actualidad son muchos los docentes que han tomando
conciencia de sus derechos y pueden rebelarse, aún continúan solos ante el
verdugo. No hay testigos y la justicia necesita ver pruebas concretas, tangibles,
mientras que estas cicatrices están en el alma.
La violencia que se produce en el lugar de trabajo, es un grave problema que
no perdona a ningún contexto, ni grupo de trabajadores,afectando la dignidad y la
salud de millones de personas y la convivencia de todos. Pero, en las últimas
décadas, las conductas violentas se han incrementado significativamente y si bien
estas no hacen excepciones, son los profesionales de la educación quienes parecen
sufrir un grave riesgo, no sólo por personas externas a las instituciones, sino
también a través de los alumnos y los mismos colegas.
Elmarcado deterioro de las relaciones humanas en general, que se expresa
en algunas sociedades con altos índices de crispación social e intolerancia, parece
extenderse rápidamente en el sector de la educación. La presión sobre los
educadores para producir resultados, junto a las condiciones laborales que les
exigen una elevada responsabilidad, sobrecarga de tareas y en no pocas
oportunidades,realizar las actividades en un clima de inseguridad ante el entorno
circundante y dentro de la misma institución, provoca un malestar que influye en
la prestación de los servicios y puede erosionar aún más la ya cuestionada calidad
de los procesos educativos.
2
En el estudio acerca de la condición docente en cuatro países
latinoamericanos, Tenti Fanfani (2005)2 destaca, que las relaciones humanas...
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