Edward Munch

VALORES Y EDUCACIÓN EN EL CCH


El Siglo XX, nos legó cosas deslumbrantes y en muchos de los casos aterradoras, ello hace que ineludiblemente iniciemos en este siglo XXI una nueva etapa secular, fuera de todo circulo vicioso y cuestionarnos si: ¿Están nuestras instituciones cumpliendo en plenitud el papel que los actuales desafíos históricos le demandan? Temo que la respuesta es unapreocupante negativa.

Pareciera que por primera vez en la historia, cuatro de las instituciones más determinantes en la orientación de las funciones de la vida humana: los gobiernos, las tradiciones religiosas, las corporaciones económicas y las Universidades, han convergido en la consolidación de la discontinuidad entre los modos de ser humanos y no-humanos. Al mundo distinto de lo humano no se lereconocen valores ni derechos inherentes. Valores y derechos se conceden fundamentalmente al ser humano. Al resto sólo en la medida en que es utilizado y utilizable por cada uno de nosotros. Esta actitud, ha provocado un asalto devastador sobre miles, y quizás millones, de formas de vida, al grado que destacados biólogos como O. E. Wilson, Niles Eldredge y Norman Myers, consideran que una devastaciónde formas de vida de las actuales proporciones, no ha ocurrido en la tierra desde finales de la era Mesozoica, hace 65 millones de años.

Atrapados en una inmensa desorientación Cultural y de Valores, sustentada económicamente por las corporaciones, jurídicamente por los gobiernos y sus legislaturas, espiritualmente por las instituciones religiosas, e intelectualmente por las Universidades.Tal como se manifiesta en la actualidad, las Universidades preparan estudiantes, no para integrarse sinérgicamente con el mundo natural, para desde allí potenciar la investigación científica, tecnológica y artística, sino para extender cada vez más una humana actitud de acoso, dominio y destrucción de nuestra casa, que es el mundo, en la más pura tradición de Bacon y Descartes. Así, pues, lasUniversidades se han transformado, quizás ingenuamente, en pro de seguir los roles sustentados y sustentables de las demás instituciones, siendo cómplices de que la estructura geológica, los servicios que prestan los ecosistemas de la naturaleza, los daños a la atmósfera, a la hidrósfera y la geósfera, educando sin valores a los profesionistas en las diversas ramas del conocimiento científico,humanístico y tecnológico, mientras se continúa con el desmantelamiento sistemático con una asombrosa rapidez que hemos roto el prolijo programa desarrollado por la naturaleza a través de miles de millones de años. Un ejemplo palpable es la carrera Economía –por cierto la más arrogante y peligrosa de todas las disciplinas de nuestro tiempo– el divorcio entre la economía humana y la economía de latierra, ha provocado resultados catastróficos. El que se considere como positivo que un Producto Humano se logre a costa de la declinación, e incluso de la extinción, de un Producto Natural, es un absurdo tan evidente, que resulta incomprensible que la actual enseñanza de la economía haga caso omiso de ello. Y más aún, que en el caso de la Macro-Economía, la disminución del patrimonio se contabilicecomo aumento de ingreso, es tan aberrante que no se entiende cómo la mayoría de los economistas que, por otro lado enseñan que tal actitud a nivel de una empresa significaría la quiebra, se sienten satisfechos con ello cuando se trata de la Naturaleza que, en materia de servicios, es la mayor y más perfecta de todas las empresas. Lo lógico sería que la primera y más básica lección que las Escuelas deEconomía debieran impartir es la importancia de conservar la integridad de la tierra, sin la cual no hay economía posible. Sin embargo, hasta muy recientemente, habría resultado en vano todo esfuerzo por encontrar una sola Universidad en el mundo, donde este primordial principio fuera enseñado a los estudiantes de economía. En la última década, aunque muy tímidamente y aún apabullado por la...