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“Quien no vive para servir, no sirve para vivir” reza una frase de la Madre Teresa de Calcuta. Un principio que muchos han aplicado a lo largo de su vida. Alejandro Pérez Bolaños es uno de ellos. Desde pequeño se preocupó por los más necesitados. “Me dolía mucho ver tanta injusticia social y a tantas personas deambulando por lascalles en busca de comida”, dice.
Su inquietud por ayudar a los más vulnerables se convirtió en realidad. Hoy en día es presidente de la Fundación Una Mano Amiga que nació en 1998 para asistir a las personas que viven en las calles y también a las comunidades.
Alejandro estudió administración, mención mercadeo, y luego farmacología en la ciudad de Medellín. Es escritor y facilitador detalleres en el área de crecimiento personal, desarrollo organizacional y prevención del consumo de drogas desde hace 15 años. Ha dictado charlas dentro y fuera del país y su primer libro se llama “Al final del Arcoiris”
En 1997 emprende el programa “Comedor de la Esperanza”, junto al Padre Enrique Hernández, con la misión de repartir comida a las personas que vivían en las calles. Tambiénrealizaban fiestas de navidad en el barrio Las Brisas, ubicado en la urbanización El Paraíso. “Los domingos nos reuníamos un grupo de amigos voluntarios y nos organizábamos para llevarle alegría a todos los niños y a las personas que vivían en las situaciones más precarias y riesgosas”, cuenta Pérez Bolaños.
“El Comedor de la Esperanza” tiene 13 años y ha entregado más de 40 mil platos de comida,además de ropa y medicinas a quienes realmente lo necesitaron. Uno de los grandes éxitos de este proyecto es que no sólo ha alimentado a los habitantes de la comunidad, disminuyendo los niveles de desnutrición, sino que también, los ha impulsado a superarse y a abandonar la calle, lo que es para Pérez Bolaños una gran motivación.
Materializando un sueño
La Fundación Una Mano Amiga habrindado apoyo a comunidades de la parte alta de Santa Cruz de Mora, Caseríos Los Ranchos, El Portón, Mesa de la Vieja y Cuchilla de Huacas en el estado Mérida. En Tejerías, estado Aragua, atienden a los adultos mayores del sector en la Casa de los Abuelos “La Guadalupe” y en San Diego de los Altos ofrecen hogar y educación a 27 niños de 5 a 12 años de edad, en la Casa Integral Granja UMA. Desde hacemás de 10 años, Alejandro inició esta labor junto con su hermana y el Padre Hernández y hoy en día continúan su camino prestando ayuda a cualquiera que se cruce en él, sin importar los obstáculos.
“Los retos no son pocos. La tarea no ha sido fácil en los últimos años producto de tanta división política y de intereses particulares, pero el trabajo se hace y la idea es que las personasentiendan que no tenemos que darle lo que quieren, sino más bien, ayudarlos a que sepan cómo alcanzarlo son su propio esfuerzo”, afirma Pérez Bolaños.
Gracias a la Casa Integral Granja UMA de San Diego, muchos niños que vivían en la calle, están recibiendo formación para reinsertarse con familiares cercanos que puedan cuidar de ellos.
Uno de los objetivos de la Fundación consiste en promover eldesarrollo de las potencialidades de cada individuo y fomentar sus capacidades y habilidades a través del proyecto Granjarte, que brinda herramientas en cuatro ámbitos de acción: artístico, humano, tecnológico y agrícola. Granjarte obtuvo el primer lugar en el Concurso Ideas del año 2009.
UMA supera barreras
En el afán de expandir su radio de acción, Una Mano Amiga dio su primer paso parala internacionalización con UMA USA, en el estado Florida. Desde allí sensibilizan a la comunidad hispana ante las necesidades de sus pares. Cada 15 días la Red de Voluntarios de UMA USA visita la Casa de Abuelos Villa. Recientemente obtuvieron la licencia para dar la exención de Impuestos a las empresas en los Estados Unidos.
Parte del éxito de UMA son las campañas y grandes eventos que...
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