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89. SI ALGUIEN TE PASA LA PELOTA, NO TIENES POR QUÉ COGERLA. Richard Carlson
Mi mejor amigo, Benjamín Shield, me enseñó esta valiosa lección. A menudo, nuestros conflictos interioresson debidos a nuestra tendencia a saltar a bordo de los problemas de otros; alguien te pasa una preocupación, y tú supones que debes cogerla y responder. Por ejemplo, supón que estás realmenteatareado cuando un amigo te llama y te dice; en tono agitado:”Mi madre está volviéndome loco. ¿Qué debo hacer?”. En lugar de responderle:”De verdad que lo siento, pero no sé que sugerirte”, cogesautomáticamente la pelota e intentas resolver el problema. Más tarde, te sientes estresado o resentido porque te has retrasado en tu programa de trabajo y porque todo el mundo parece plantearte exigencias.Resulta fácil perder de vista que tú mismo fomentas los dramas de tu vida.
Recordar que no tienes por qué coger la pelota es una manera muy eficaz de reducir el estrés de tu existencia. Cuando túamigo o amiga llame, puedes dejar caer la pelota, lo cual quiere decir que no tienes necesidad de participar por la sencilla razón de que él o ella intenten implicarte. Si no te tragas el cebo, lapersona probablemente llamará a otro para involucrarlo.
Esto no significa que no debas coger nunca la pelota, sino que depende de ti el hacerlo. Desarrollar una actitud más tranquila conrespecto a la vida requiere que conozcamos nuestros propios límites y que nos hagamos responsables de nuestra parte en el proceso. La mayoría de nosotros cogemos pelotas que nos pasan muchas veces al día:en el trabajo, nuestros hijos, amigos, vecinos, los vendedores, incluso los desconocidos. Si yo cogiera todas las pelotas que se arrojan en mi dirección, te aseguro que me volvería loco… ¡y supongoque lo mismo te pasaría a ti! La clave reside en saber cuándo estamos cogiendo otra pelota, con el fin de no sentirnos víctimas, resentidos ni abrumados.
Incluso es tan sencillo como...
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