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El deductivo señor Tábano

Pedro Pablo Sacristán
(Adaptación)

Material Fotocopiable / Marzo / Nº 79 / Página 1

El señor Tábano era el nuevo responsable dela oficina de correos
de la pradera. Le había costado
mucho obtener aquel trabajo tan
respetado viniendo desde otro
jardín, y según él, lo había conseguido gracias a sus grandes dotes
deductivas.Aquel primer día de trabajo, en
cuanto vio aparecer por la puerta
a don escarabajo, la señora araña,
la joven mantis y el saltamontes, ni
siquiera les dejó abrir la boca:
- No me lo digan, no melo digan.
Seguro que puedo deducir cada
uno de los objetos que han venido
a buscar- dijo mientras ponía sobre
el mostrador un libro, una colchoneta, una lima de uñas y unas gafas protectoras.
-La lima de uñas será para doña
Araña, sin duda. De tanto arañar tendrá que arreglarse las uñas.
- La colchoneta, -prosiguió aún sin dejarles reaccionar- sin pensarlo se la entrego al señorsaltamontes, pues debe entrenar sus saltos muy duramente para mantenerse en forma. Las gafas tienen
que ser para el escarabajo, todo el día con la cara tan cerca del suelo obliga a protegerse los ojos.Seguiremos con este gran libro, que seguro es una Biblia; tendré que entregárselo a la joven mantis
religiosa, a la que pido que me incluya en sus oraciones. Como verán... – comenzó a decir el señorTábano pero no lo dejaron concluir. Lo de la mantis, conocida en la pradera por haber renunciado a su
apellido de religiosa, fue demasiado para todos, que estallaron a reír a carcajadas...
- Menudodetective está hecho usted - dijo el saltamontes entre risas-. Para empezar, doña araña viene por el libro, ella es muy tranquila, y por supuesto que no araña a nadie. La colchoneta es para el
señorescarabajo, que gusta de tumbarse al sol todos los días en su piscina, ¡y lo hace boca arriba!...
nuestra coqueta mantis, por suspuesto, quiere la lima de uñas, y al contrario que doña araña, no tiene...