EGLOGA RENACIMIENTO
Siglo XVI
12
SONETO XXIII
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color de vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;
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y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blando, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primaverael dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
Garcilaso dela Vega
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Fragmento Égloga I
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10
Saliendo de las ondas encendido,
rayaba de los montes al altura
el sol, cuando Salicio, recostado
al pie de un alta haya en la verdura,
por dondeun agua clara con sonido
atravesaba el fresco y verde prado,
él, con canto acordado
al rumor que sonaba,
del agua que pasaba,
se quejaba tan dulce y blandamente
como si no estuviera de allíausente
la que de su dolor culpa tenía;
y así, como presente,
razonando con ella, le decía:
Salicio:
15 ¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada quenieve, Galatea!,
estoy muriendo, y aún la vida temo;
témola con razón, pues tú me dejas,
20 que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea
ninguno en tal estado,
de tidesamparado,
y de mí mismo yo me corro agora.
25 ¿De un alma te desdeñas ser señora,
donde siempre moraste, no pudiendo
de ella salir un hora?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. […]
Por ti elsilencio de la selva umbrosa,
30 por ti la esquividad y apartamiento
del solitario monte me agradaba;
por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba.35 ¡Ay, cuánto me engañaba!
¡Ay, cuán diferente era
y cuán de otra manera
lo que en tu falso pecho se escondía!
Bien claro con su voz me lo decía
40 la siniestra corneja, repitiendo
la...
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